Los mecanismos de pensamiento no están completamente explorados, pero lo que ya sabemos sobre ellos sorprende con la escala de posibilidades. El cerebro puede aumentar su capacidad y eficiencia, adaptarse a condiciones cambiantes y reparar daños. Saber qué apoya los procesos de pensamiento es importante para cada uno de nosotros, ya que ayuda a cuidar conscientemente la condición de la mente.
La capacidad intelectual del cerebro aumenta cuando lo estimulamos constantemente con estímulos que rompen la rutina y requieren esfuerzo mental. Cuando aprendemos un idioma extranjero o manejamos un nuevo dispositivo, cuando ampliamos el área de conocimiento y adquirimos la capacidad de utilizarlo, se desarrolla una red de nuevas conexiones entre neuronas, creando las llamadas la reserva cognitiva, es decir, el aparato a través del cual somos capaces de recordar y procesar información. Cuanto más ramificada es la red de conexiones entre neuronas, mayor es la reserva cognitiva. Al ejercitar la mente, la mantenemos activa. Y al igual que en el caso del entrenamiento físico, cuanto antes empecemos a entrenar, mejores serán los resultados.
Quienes entrenan la mente desde la adolescencia tienen más probabilidades de ser intelectualmente mejores en la edad adulta, porque el cerebro joven crea más fácilmente nuevas conexiones neuronales, lo que aumenta la reserva cognitiva, lo que a su vez facilita el esfuerzo mental en la edad adulta. Se ha demostrado que el rendimiento intelectual en la vejez está influenciado por el nivel de educación, por ejemplo, los bilingües experimentan síntomas de demencia 4 años más tarde que aquellos que solo hablan su lengua materna.
Cómo retrasar el envejecimiento de su cerebro
- Por supuesto, la actividad física regular se combina mejor con el trabajo de la mente. Vale la pena adquirir habilidades que activen la mente y el cuerpo al mismo tiempo, por ejemplo, aprender nuevas rutinas de baile, tocar un instrumento, hacer malabarismos, practicar deportes que requieran coordinación de movimientos, especialmente movimientos alternos, y ejercicios de equilibrio (patinaje o patinaje sobre ruedas, nórdico). caminando).
- Un buen entrenamiento para la mente es hacer cosas familiares de una manera nueva: escribir con la mano izquierda (para zurdos, con la derecha) o mover el mouse al otro lado del teclado, leer texto al revés, etc.
- Aparte de ejercitar el cerebro, la relajación es igualmente importante. Tanto la cantidad correcta de sueño como las prácticas de meditación tienen un efecto positivo en la regeneración y limpieza de la mente.
- Es necesario beber suficientes líquidos. Deshidratadoel cerebro "se seca": la pérdida de su masa es causada, entre otros, por reducción en la cantidad de agua en las células cerebrales. Las mayores pérdidas ocurren en los lóbulos frontales responsables del pensamiento.
- La dieta es de gran importancia, sobre todo bajando calorías y enriqueciendo con ácidos grasos insaturados (pescado, aceites, frutos secos) y antioxidantes (verduras y frutas).
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