El examen del aparato digestivo permite evaluar el funcionamiento de un determinado órgano (p. ej., secreción de ácido clorhídrico por el estómago) o su aspecto (p. ej., en una colonoscopia). Cada órgano puede ser probado por diferentes métodos dependiendo de la enfermedad diagnosticada. Algunas de ellas son simples pruebas disponibles al público, mientras que otras se realizan solo en centros especializados. Descubra qué tipos de exámenes digestivos son y cómo se debe examinar cada órgano.
El sistema digestivo consta de varias partes: el esófago, el estómago, el duodeno, los intestinos delgado y grueso, el hígado, las vías biliares y el páncreas. Para cada uno de estos órganos, se pueden realizar diferentespruebas . Se dividen en:
- pruebas de laboratorio donde se mide la concentración de varias sustancias en la sangre
- pruebas funcionales, evaluando el funcionamiento de los órganos
- y pictóricas para res altar diferentes estructuras.
También se realiza la endoscopia, es decir, la observación de la luz del tubo digestivo desde el interior, utilizando un equipo especializado.
Prueba de aliento con urea
Esta es una de las pruebas utilizadas en el diagnóstico de infección por H. pylori en el estómago. Es un microorganismo responsable de la inflamación crónica del estómago y de la formación de la úlcera péptica.
La prueba detecta una infección sin necesidad de gastroscopia. La prueba consiste en ingerir urea marcada con carbón especial, radioactivo o no. Luego, después de 10 o 30 minutos, el paciente sopla aire en los tubos de ensayo a través del tubo.
En los tubos de ensayo, el contenido de carbono marcado en forma de dióxido de carbono se calcula mediante un contador especial. Si hay una infección por H. pylori, esta bacteria descompondrá la urea etiquetada en agua y dióxido de carbono que se pueden medir.
En ausencia de bacterias, el gas exhalado no contendrá carbono etiquetado. Es un estudio muy fiable. Solo recuerda no tomar antibióticos 4 semanas antes de la prueba y medicamentos del grupo de los inhibidores de la bomba de protones (IBP) durante 2 semanas.
pH esofágico y manometría
Esta es actualmente la mejor manera de diagnosticar la enfermedad por reflujo gastroesofágico. En esta condición, el contenido de ácido retrocedehasta el esófago. Irrita sus paredes y provoca síntomas como acidez estomacal, sensación de ardor y dolor detrás del esternón, y reflujo de comida a la boca.
Esta prueba le permite evaluar la frecuencia y duración del reflujo gástrico midiendo el pH (o acidez) en el esófago inferior. Se trata de insertar una sonda especial con un electrodo a través de la nariz, que mide la concentración de iones de hidrógeno (es decir, pH).
Este examen se completa con manometría. Se utiliza para evaluar la contractilidad de los músculos esofágicos y para diagnosticar la enfermedad por reflujo ácido. Mide los cambios de presión en la luz del esófago.
Amilaza y lipasa
La amilasa es una enzima que descompone los azúcares complejos en azúcares simples. La lipasa, a su vez, es responsable de la descomposición de las grasas. Ambas sustancias son secretadas por el páncreas
Su medida se utiliza en el diagnóstico de enfermedades de este órgano, principalmente pancreatitis aguda, con menos frecuencia crónica. El aumento de los niveles de estas enzimas en la sangre por encima de tres veces el resultado normal es característico de la pancreatitis aguda.
La concentración de amilasa también aumenta en otras enfermedades, incl. en colecistitis, en enfermedades de las glándulas salivales o en insuficiencia renal crónica. Esta enzima también pasa a la orina y se puede medir allí.
La lipasa es específica para las enfermedades pancreáticas, es decir, su nivel está elevado solo en enfermedades de este órgano. Por lo tanto, es mejor para diagnosticar pancreatitis aguda.
Alanina y aspartato aminotransferasa (ALT y AST)
Ambas enzimas son responsables del metabolismo de las proteínas. Se encuentran en grandes cantidades en las células hepáticas y se utilizan en el diagnóstico de enfermedades hepáticas. Su nivel elevado por encima de la norma indica daño a las células hepáticas, es decir, hepatocitos.
Aumento moderado de la concentración (menos de 5 veces por encima de lo normal) o grande (5-15 veces) se produce en enfermedades como:
- hígado graso,
- enfermedad hepática alcohólica,
- hepatitis crónica B y C (hepatitis B/hepatitis C),
- en daño por drogas y toxinas y en otras condiciones médicas.
Se observan aumentos muy grandes (más de 15 veces) en la hepatitis viral aguda, daño por medicamentos (principalmente envenenamiento por paracetamol) y toxinas (especialmente después de comer setas) e isquemia hepática aguda.
Bilirrubina
Es un producto de la descomposición del hemo a partir de la hemoglobina, que es un transportador de oxígeno y está contenido en los glóbulos rojos. Se metaboliza en el hígado y se excreta en la bilis y luego en los intestinos. Es el aumento de la bilirrubina el responsablepor la aparición de ictericia, que es la decoloración amarilla de la piel y los ojos. Se divide en no conjugado, que no ha sido transformado en el hígado, y en conjugado, ya secretado por el hígado. Juntos se llaman bilirrubina entera.
Dependiendo de la causa, la concentración de un tipo de bilirrubina puede aumentar. Sin conjugar, indica una mayor descomposición de los glóbulos rojos, es decir, hemólisis.
El conjugado se eleva en caso de obstrucción de las vías biliares, es decir, en enfermedades tales como cálculos en la vejiga y las vías biliares, tumores en el hígado, el páncreas, la vejiga y las vías biliares.
El aumento de ambos tipos de bilirrubina (es decir, conjugada y no conjugada) puede ocurrir en caso de hepatitis aguda y crónica (viral, alcohólica y otras), intoxicaciones o enfermedades metabólicas.
Gamma-glutamiltransferasa (GGT) y fosfatasa alcalina
Ambas enzimas se utilizan en el diagnóstico de enfermedades del hígado y las vías biliares. La fosfatasa alcalina se eleva en la inflamación y cirrosis (es decir, fibrosis) del hígado. También es un indicador sensible de la presencia de cálculos biliares en la vejiga y vías biliares y colecistitis.
La GGT también está elevada en los cálculos del conducto biliar. En esta enfermedad, es un mejor indicador que la fosfatasa alcalina porque su concentración aumenta más rápido y dura más.
La medición de GGT es útil en el diagnóstico de la enfermedad hepática alcohólica: su nivel está elevado en las primeras etapas de la enfermedad. El aumento en la concentración de GGT también puede ser causado por cáncer de hígado.
Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE)
Es una prueba para visualizar las vías biliares. La etapa inicial se parece a la gastroscopia. Se inserta un endoscopio a través del esófago y el estómago hasta el duodeno. A continuación, se administra un medio de contraste en el conducto biliar común, que se puede observar en las radiografías. También es posible insertar el endoscopio en los conductos biliares
Esta prueba se utiliza para diagnosticar neoplasias dentro de los conductos biliares mediante la toma de muestras para su análisis. También se utiliza para extraer cálculos de la vía biliar o para colocar una prótesis en caso de estrechamiento.
Radiografía de abdomen
Es una de las pruebas de imagen básicas utilizadas en enfermedades del aparato digestivo. Suelen realizarse de pie y/o en decúbito supino. En la era de la disponibilidad de equipos modernos y más precisos, la radiografía de la cavidad abdominal se realiza en casos raros.
Está indicado en la sospecha de obstrucción intestinal y en la perforación gastrointestinal. A veces hayutilizado en el diagnóstico de la colitis ulcerosa aguda y sus complicaciones en forma de distensión colónica.
Ultrasonido abdominal
Es el método básico de diagnóstico por imágenes en enfermedades del sistema digestivo. Le permite visualizar diversas enfermedades de los órganos de la cavidad abdominal, especialmente el hígado, las vías biliares, el páncreas y, en menor medida, el estómago y los intestinos.
Se puede utilizar para visualizar el tamaño y la estructura del hígado, ascitis (es decir, la acumulación de agua en la cavidad abdominal) y lesiones focales de este órgano.
La ecografía de la cavidad abdominal es muy útil para diagnosticar la colecistitis porque permite visualizar los cálculos biliares dentro de la vesícula biliar.
En enfermedades pancreáticas, es útil en el diagnóstico de inflamación aguda y neoplasias. La ecografía permite evaluar el llenado gástrico. También es útil en el diagnóstico de apendicitis.
Gastroscopia y colonoscopia
Estos son los dos exámenes endoscópicos básicos y más frecuentemente realizados del tracto gastrointestinal. La gastroscopia se utiliza para evaluar el esófago, el estómago y el duodeno. Es la prueba básica en el diagnóstico de neoplasias en estos órganos.
Es útil en el diagnóstico de la enfermedad de úlcera gástrica y duodenal y la infección por H. pylori. Le permite tomar muestras para el examen microscópico. La gastroscopia se utiliza para detener el sangrado de várices esofágicas o úlcera gástrica.
La colonoscopia es un examen endoscópico del intestino grueso. Al igual que la gastroscopia, se utiliza en el diagnóstico del cáncer.
También es útil en el diagnóstico de otras enfermedades intestinales, incluyendo colitis ulcerosa o enfermedad diverticular. Durante la colonoscopia, se pueden tomar muestras de la mucosa intestinal, así como también se pueden extirpar y examinar los pólipos. Es la mejor prueba en la prevención del cáncer colorrectal.