CONTENIDO VERIFICADOAutora: Karolina Karabin, MD, PhD, bióloga molecular, diagnosticadora de laboratorio, consultora de nutrición y estilo de vida

¿No puedes perder peso? A veces, a pesar de muchos intentos por perder peso, pueden fallar o no ser como se esperaba. Resulta que nuestras hormonas pueden ser responsables de esto. Consulta qué pruebas de laboratorio hacer cuando no puedes bajar de peso.

Perder kilogramos innecesarios no siempre es fácil, y el papel principal lo juega nuestra determinación y fuerte voluntad en seguir las recomendaciones relacionadas con la dieta y la actividad física. Sin embargo, en algunas situaciones, nuestras hormonas, que controlan, entre otros, cómo nuestro cuerpo utiliza la energía de los alimentos o si tenemos hambre.

Insulina

La insulina es una hormona producida por el páncreas que regula los niveles de glucosa en sangre de forma normal. Además, la insulina permite que la glucosa entre directamente en las células, que la utilizan como fuente de energía.

A veces hay situaciones en las que nuestras células ya no son sensibles a la insulina y llamamos a esto resistencia a la insulina. Este fenómeno puede ser una de las causas de los problemas para perder peso. Síntomas como:

pueden indicar resistencia a la insulina
  • somnolencia después de una comida,
  • fatiga crónica
  • o dolores de hambre.

Sin embargo, es mejor evaluarlo realizando las pruebas de laboratorio adecuadas.

Para comprobar si somos resistentes a la insulina, necesitamos medir tanto la glucosa en sangre como los niveles de insulina. Luego, sobre esta base, se calcula el índice de resistencia a la insulina, por ejemplo, el índice HOMA (HOMA-IR, evaluación del modelo homeostático).

Hormonas tiroideas

La glándula tiroides es un órgano muy importante que regula nuestra tasa metabólica. Regula el metabolismo de proteínas, grasas y glucosa.

Por lo tanto, si tenemos problemas para perder peso o de repente hemos engordado algunos kilos sin motivo aparente, merece la pena comprobar el funcionamiento de este órgano. La causa puede ser el hipotiroidismo y la deficiencia de hormonas tiroideas, lo que provoca un metabolismo más lento y la acumulación de grasa y agua.

Para este propósito, debemos realizar una prueba de hormona pituitariatirotropina (TSH), que controla la glándula tiroides, y triyodotironina libre (fT3) y tiroxina libre (fT4), ambas producidas por la propia glándula tiroides. Los niveles altos de TSH y los niveles bajos de fT3 y fT4 indican hipotiroidismo.

Hormonas sexuales: estrógenos, progesterona

Estrógenos: el estradiol, la estrona y el estriol juegan un papel importante en el control de nuestro peso. Durante la pubertad en las mujeres, los estrógenos contribuyen al aumento fisiológico del tejido adiposo, especialmente alrededor de las caderas y las nalgas.

A menudo, en las mujeres durante la menopausia, cuando los niveles de estrógeno descienden, se produce una redistribución de la grasa alrededor del abdomen (el llamado tejido adiposo visceral). Este tipo de tejido es particularmente indeseable, ya que además de ser difícil de "deshacerse de él", también puede causar diversas patologías, entre ellas resistencia a la insulina

La segunda hormona importante desde el punto de vista de nuestro peso es la progesterona, que trabaja en estrecha colaboración con los estrógenos. Por lo tanto, ambos parámetros deben incluirse en la lista de pruebas de laboratorio de las mujeres que no pueden perder peso.

Hormonas sexuales - testosterona

En los hombres, los problemas para perder peso pueden ser causados ​​por niveles demasiado bajos de testosterona. ¿Por qué? Porque en los hombres provoca la acumulación de grasa abdominal, lo que afecta negativamente a la respuesta de la insulina y acompaña al síndrome metabólico.

Aunque asociamos la testosterona principalmente con las hormonas sexuales masculinas, se produce en menor cantidad en el cuerpo femenino. En las mujeres, a diferencia de los hombres, el exceso de testosterona puede causar resistencia a la insulina y causar problemas para perder peso.

Tal situación se observa, por ejemplo, en mujeres con síndrome de ovario poliquístico, cuyo nivel de esta hormona es definitivamente demasiado alto.

Cortisol

El estrés crónico es un factor importante que puede causar sobrepeso y obesidad. El estrés aumenta el apetito por la comida, provoca fluctuaciones en la glucosa en sangre y también puede causar resistencia a la insulina.

El exceso de la "hormona del estrés" o cortisol es responsable de todos estos efectos negativos del estrés. Desafortunadamente, esta hormona no es nuestra aliada para adelgazar, ya que su alto nivel dificulta la descomposición del tejido adiposo, es decir, la lipólisis.

También vale la pena agregar que el exceso de cortisol no siempre está asociado con el estrés crónico y puede indicar una enfermedad grave como el síndrome de Cushing. Este síndrome se caracteriza, entre otras cosas, por aumento repentino de peso y obesidad, donde se acumula tejido graso alrededor del cuello, el cuerpo y la cara (llamada obesidad cushingoide). En estoEn caso de emergencia, se debe consultar a un endocrinólogo.

Además de las pruebas mencionadas anteriormente, también vale la pena hacer:

  • hemograma, que evaluará su estado general de salud,
  • marcadores de inflamación: proteína CRP, VSG,
  • electrolitos en la sangre: sodio, potasio, magnesio, cloruros,
  • pruebas hepáticas: alanina aminotransferasa (ALT), aspartato aminotransferasa (AST), gamma-glutamiltranspeptidasa (GGTP).
  • ¿Por qué como mucho y no puedo subir de peso?
  • ¿Por qué como poco y no bajo de peso?

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