La galvanización es uno de los tratamientos de electroterapia con el uso de corriente continua. Las indicaciones para su uso son, entre otras: dolores y sobrecargas musculares, inflamaciones relacionadas con el sistema nervioso, neuralgias, afecciones posteriores a lesiones, trastornos de la circulación periférica y artrosis.
Galvanizaciónatratamiento de fisioterapiaen el campo de la terapia de poder. Su implementación es simple: se colocan dos electrodos en la parte del cuerpo rehabilitada, entre los cuales fluye una corriente continua de baja frecuencia. Como resultado de su acción, los vasos sanguíneos se ensanchan, lo que favorece los procesos regenerativos en los tejidos: se produce su hiperemia y, como resultado, su mejor nutrición. Además, el tratamiento de galvanización también es antiinflamatorio, pero sobre todo es eficaz para aliviar el dolor.
Después del procedimiento, el paciente tiene el llamado eritema galvánico, que suele durar entre una docena y varias docenas de minutos y no debería ser alarmante. La galvanoplastia brinda los resultados esperados rápidamente, a veces es suficiente una serie de 10 tratamientos prescritos por un médico, que se realizan todos los días. Dependiendo del estado de la enfermedad, aguda, subaguda o crónica, un solo tratamiento dura de 10 a incluso 20 minutos. No es en modo alguno desagradable o incómodo para el paciente, que debe sentir una ligera sensación de hormigueo.
Los electrodos que se aplican en el sitio de rehabilitación pueden ser planos o especiales, como el electrodo de Bergoni, que se parece a una media máscara. Se utiliza en la galvanización en el área de la cara, incluyendo al tratar el nervio trigémino. Un elemento igualmente importante en este tipo de procedimiento es la disposición de los electrodos entre sí. En la disposición longitudinal, el flujo de corriente actúa en los tejidos superficiales, en la disposición transversal, la corriente los penetra más profundamente y el impacto en el cuerpo es más fuerte.
Galvanoplastia: Indicaciones
Los tratamientos de galvanización se recomiendan para pacientes que sufren de dolor, tensión y sobrecarga muscular, inflamaciones relacionadas con el sistema nervioso, mencionadas anteriormente - parálisis del nervio facial, neuralgia, condiciones posteriores a lesiones, como hematomas difíciles de absorber o complicaciones de edema después fracturas (acelera la unión ósea), trastornos de la circulación periférica y en la osteoartritis,especialmente cuando la enfermedad va acompañada de dolor crónico.
Galvanoplastia: contraindicaciones
Las infecciones son una contraindicación absoluta para los tratamientos de galvanización, especialmente cuando cursan con fiebre e inflamación aguda de la piel (por ejemplo, úlceras) o tejidos en los lugares donde se aplican los electrodos. La galvanización no se puede realizar cuando un paciente tiene cáncer, alteración sensorial, es propenso a coágulos de sangre (por ejemplo, tromboflebitis) y embolia. También está contraindicado el embarazo y los dispositivos electrónicos implantados (p. ej., marcapasos) o elementos metálicos (p. ej., endoprótesis, si la electricidad pasara por este lugar).