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El duelo es un estado que preferimos evitar experimentar. La muerte es siempre una tragedia. No somos capaces de prepararnos para ello. No sabemos cómo calmar el dolor o cómo ayudar a nuestros compañeros de sufrimiento. ¿Cómo afrontar la pérdida? El duelo lleva tiempo, tiene fases por las que pasar para volver a la vida normal.

Contenido:

  1. Luto: ¿cómo sobrevivir a este momento difícil?
  2. Fase uno del duelo: conmoción y condenación
  3. Fase dos del duelo: añoranza y arrepentimiento
  4. Fase tres del duelo: desorganización y desesperación
  5. Cuarta fase del duelo: reorganización

Dueloes un estado que experimentan las personas después de la pérdida de un ser querido. Cuando una persona muere, sus sufrimientos terminan. Los que quedan huérfanos se sumergen en la desesperación. En duelo por la pérdida de un ser querido, deben afrontar emociones extremadamente fuertes y decisiones difíciles relacionadas, por ejemplo, con la organización de un funeral. Todo sucede rápidamente, en una gran tensión, y luego muchas cosas simplemente los superan…

Nadie es capaz de comprender y comprender el dolor después de la muerte de un ser querido, solo quien lo experimentó por sí mismo. En un instante, una persona pierde la paz, el orden y la sensación de seguridad.

Porque no siente el roce de un ser querido, le f alta la sonrisa, la voz, las conversaciones cotidianas (incluso las peleas), los planes de futuro, los paseos, las comidas, la convivencia navideña. E incluso si está rodeado por un grupo de personas cercanas a él, siempre sentirá un vacío en su corazón…

Luto: ¿cómo sobrevivir a este momento difícil?

El duelo es una "herida espiritual". Tarda mucho en sanar y deja cicatrices. Cada uno de nosotros experimenta la muerte de un ser querido a su manera individual. La forma en que se lleva a cabo el duelo y cuándo pasará (y si pasa) depende de varios factores: quién era el difunto para nosotros y cuánto estrago causó su muerte en nuestras vidas. Nuestra edad y la edad de la persona que hemos perdido también son importantes. También es importante si estábamos preparados para la despedida y cómo alguien que se fue abordó el tema de la muerte.

Pero existe una manera universal para que cada persona experimente tristeza durante el primer año después de la muerte de un ser querido. Si aprende sus etapas, será más fácil entender lo que le está pasando (o le ha pasado) y cómo puede ayudarse a sí mismo y a sus seres queridos durante este período difícil. Sin embargo, recuerda que no estodo el mundo tiene que pasar por las fases del duelo, al igual que no tienen por qué ser iguales en todos los casos. Algunas personas caen en el silencio y la quietud, otras lloran o se ponen histéricas. Algunos buscan apoyo, otros, un escondite.

Fase uno del duelo: conmoción y pesadez

Esta etapa suele tener lugar justo después de la muerte de un ser querido. Puede ir acompañado de un shock mental, un shock que se manifiesta, por ejemplo, al negar lo sucedido. A veces, una persona no quiere admitir la conciencia de la trágica verdad en absoluto; tales reacciones aparecen con mayor frecuencia cuando la muerte fue repentina e inesperada. El shock puede ser más leve (¡pero no tiene por qué serlo!) si la muerte fue precedida por una larga enfermedad incurable.

Fase dos del duelo: añoranza y arrepentimiento

Una persona en duelo añora al difunto: llora, lo busca, lo recuerda y, a veces, incluso piensa que lo encuentra. Al mismo tiempo, siente ira consigo misma y con el destino, así como un sentimiento de culpa por no haber podido hacer nada para salvar a su ser querido. Esta fase se asocia a menudo con la tristeza más intensa

En este momento, también pueden volver recuerdos desagradables de rupturas dolorosas anteriores. Una persona que está de luto por la pérdida sufre más no justo después de la muerte de un ser querido, y más tarde, cuando ya no está absorto en asuntos "mundanos" (por ejemplo, relacionados con un funeral). Cuando por fin se encuentra solo…

Fase tres del duelo: desorganización y desesperación

Una persona de luto no puede volver a la vida normal. Tiene sentimientos de desesperanza, impotencia, soledad, miedo y tristeza. Se aísla de la gente, no le ve sentido a nada. El duelo lo priva de un sentido de seguridad, identidad y determinación porque se ha roto un vínculo afectivo estrecho y se perturba el sentido de dependencia de la otra persona. Entonces aparece en una persona una esperanza irracional de ver a un muerto, de escuchar la noticia de que fue un error fatal. Las fases 2 y 3 se entrelazan durante algún tiempo.

Cuarta fase del duelo: reorganización

En esta etapa, las personas suelen aceptar la pérdida y poco a poco recuperan el equilibrio. El dolor es menos severo, por lo que la sensación de pérdida se vuelve soportable. Incluso si el tiempo no parece ser el mejor médico en esta situación, todavía fluye y la vida nos presenta más y más tareas nuevas. El pasado se está alejando, y aunque nunca se olvidará, una persona que ha sobrevivido a la muerte de un ser querido reorganiza su vida sin él.

El libro del prof. "Luto en la familia" de Martin Herbert, publicado por la Editorial Psicológica de Gdańsk

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