Los estudios muestran que las personas con insomnio crónico y trabajo por turnos pueden tener un mayor riesgo de obesidad y diabetes tipo 2. Científicos finlandeses han examinado esta relación desde el punto de vista de los mecanismos metabólicos.

Tan solo una noche hace que el cuerpo almacene grasa más intensamente y provoca una pérdida de tejido muscular. El efecto se multiplica a medida que el déficit de sueño se vuelve crónico. Las personas que padecen trastornos del sueño tienen más riesgo de padecer obesidad, por lo que tienen mayor riesgo de desarrollar la denominada síndrome metabólico y desarrollar diabetes tipo 2. El déficit de sueño también dificulta la reducción de peso: las personas con sobrepeso y obesas, que duermen muy poco, a pesar de tomar medidas para reducir el peso, pierden menos peso que aquellas que duermen lo suficiente.

Experimento finlandés

Un equipo de científicos finlandeses de la Universidad de Uppsala, dirigido por el Dr. Jonathan Cedernaes, realizó un experimento para descifrar el mecanismo metabólico de este fenómeno. El estudio involucró a 15 voluntarios sanos que iban a pasar dos noches en un laboratorio del sueño. Durante la primera noche, las luces se apagaron a las 22:30 horas y los sujetos se durmieron hasta las 7:00 horas. Los voluntarios también pasaron la segunda noche en la cama, pero no se les permitió dormir hasta la mañana. Por la mañana se les tomaron muestras de músculo y grasa subcutánea. Resultó que después de una noche de insomnio en las células musculares, el proceso de glucólisis (conversión de la glucosa en energía) fue mucho menos intenso. Las células usaron menos glucosa, lo que condujo a un aumento en los niveles de glucosa en la sangre. En lugar de producir energía a partir de la glucosa, las células queman las proteínas de los músculos.

La razón probablemente fue la descarga de glucocorticoides producida por las glándulas suprarrenales inducida por el insomnio: después de una noche de insomnio, el nivel de cortisol en la sangre de los voluntarios estaba claramente elevado. Por otro lado, el proceso opuesto tuvo lugar en las células grasas: activación excesiva de las enzimas de la glucólisis. Las células grasas intentaron agotar, es decir, almacenar, el exceso de glucosa suministrado en la sangre, creando más depósitos de grasa.

Así que ya una noche de insomnio hizo que los procesos metabólicos cambiaran. A la larga, esto puede provocar un aumento de peso y el desarrollo de diabetes tipo 2.horas, se produce un aumento de peso. Además, causado por la f alta de sueño, el aumento del apetito puede ser importante.

Déficit de sueño y enfermedades de la civilización

Los científicos especulan que la alteración del ritmo de sueño-vigilia provoca una alteración de la metilación del ADN, que a su vez induce una alteración de los procesos metabólicos. La metilación es un proceso bioquímico que activa (o desactiva) genes para que puedan realizar varias funciones.

Los investigadores también han demostrado que, debido a los trastornos de metilación, se activan genes en los músculos esqueléticos, lo que aumenta la propensión a los procesos inflamatorios: la inflamación crónica es uno de los principales factores que causan cambios ateroscleróticos.

Así que la f alta de sueño, síntoma de la civilización occidental, podría explicar las crecientes epidemias de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

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