La endocarditis infecciosa (EI) es una enfermedad peligrosa que ocurre con más frecuencia en los ancianos, puede causar otros síntomas, y el manejo y el pronóstico de las personas mayores también son diferentes. Vale la pena averiguar cuáles son exactamente estas diferencias y de qué resultan.

La endocarditis infecciosaes una enfermedad que se desarrolla como resultado de la infección del endocardio, es decir, el revestimiento del corazón y las válvulas, así como los materiales implantados (como válvulas artificiales o electrodos de marcapasos). Muchos factores predisponen al desarrollo de la infección, entre ellos:

  • tener una enfermedad reumática
  • enfermedad valvular
  • presencia de materiales extraños

Todos ellos en un mecanismo diferente constituyen la base para el "pegado" de bacterias, y esto causa directamente la enfermedad.

Por supuesto, los trastornos inmunológicos también aumentan el riesgo de enfermarse.

Como puede adivinar fácilmente, la aparición de los factores mencionados anteriormente es más común en las personas mayores, que suelen estar "más enfermas".

Esto conduce a una situación en la que la mayoría de los pacientes con EI tienen más de 70 años y más de la mitad de los casos de endocarditis ocurren después de los 60 años.

Estas personas suelen tener muchas enfermedades cardiovasculares: defectos valvulares, cardiopatía isquémica, arritmias, su aparición a menudo se asocia con la necesidad de cirugía cardíaca, implantación de marcapasos y muchos otros procedimientos, algunos de los cuales predisponen a la endocarditis.

Recientemente, ha habido un aumento en el número de EI asociadas con cambios valvulares degenerativos, que ocurren principalmente en personas mayores, por ejemplo, estenosis aórtica, que es particularmente común.

Además, se ha notado que otras enfermedades, no relacionadas con el sistema circulatorio, también aumentan el riesgo de endocarditis, ellas son:

  • diabetes
  • cánceres del sistema urinario
  • cánceres del tracto gastrointestinal

Es obvio que afectan principalmente a personas mayores.

Síntomas y diagnóstico de la endocarditis infecciosa

Los síntomas de IE son muy inusuales y ocurren en muchas otras enfermedades, incluyendo:

  • fiebre alta
  • escalofríos
  • fiebre baja persistente
  • sudoración excesiva
  • generalesdebilitamiento
  • perder peso
  • dolor en las articulaciones

Por supuesto, puede haber todos o sólo algunos de ellos. Los síntomas menos comunes y menos característicos son:

  • paresia
  • cambio de comportamiento
  • dolores de estómago
  • perturbación visual
  • dolores en el pecho
  • cambios en la piel
  • neumonía recurrente

Ocasionalmente, también se observan anomalías en el examen médico, por ejemplo, soplos cardíacos recién diagnosticados que son un síntoma de daño de la válvula.

En los ancianos, los síntomas de la EI son especialmente frecuentes, por lo que se atribuyen a otras enfermedades.

En las personas mayores, la endocarditis provoca con bastante frecuencia síntomas como depresión, parálisis o alucinaciones, muy rara vez se asocian a EI y la causa se busca en enfermedades neurológicas.

Diagnóstico de endocarditis infecciosa

El diagnóstico de endocarditis infecciosa incluye una serie de pruebas, principalmente ecocardiografía, un examen transtorácico y, si es necesario, también un examen transesofágico. Realizar esta prueba es crucial para hacer un diagnóstico preciso, pero también es necesario para evaluar si las válvulas están infectadas con una infección, si su función está dañada por bacterias y qué tan avanzada está la enfermedad.

En el caso del diagnóstico ecocardiográfico, también es difícil en ancianos, lo que se debe, por un lado, a los cambios degenerativos comunes en las válvulas, lo que dificulta la correcta interpretación de la imagen ecocardiográfica. Otro factor que influye en esta valoración es la enfermedad pulmonar o la presencia de materiales en el interior del corazón (válvulas, electrodos).

Las siguientes pruebas que se realizan en caso de sospecha de EI son:

  • hemocultivo, en el que es posible detectar e identificar la bacteria responsable de la enfermedad, y por lo tanto seleccionar adecuadamente la terapia antibiótica
  • pruebas de laboratorio: marcadores inflamatorios (elevados), hemogramas periféricos (principalmente aumento de glóbulos blancos)
  • Radiografía de tórax en caso de sospecha de neumonía acompañante
  • tomografía computarizada, no es esencial, pero puede confirmar los cambios observados en la ecocardiografía

Tratamiento y prevención de la endocarditis infecciosa

El tratamiento de la endocarditis infecciosa se basa en la administración intravenosa de antibióticos, la terapia suele durar varias semanas y su duración depende del tipo de patógeno y la enfermedad subyacente.

El tratamiento adecuado es particularmente difícil en los ancianos, por un lado esla necesidad de usar antibióticos a los que las bacterias son sensibles, pero también teniendo en cuenta la posible aparición de insuficiencia renal o hepática y las contraindicaciones relacionadas con el uso de muchos medicamentos.

Otro método de tratamiento es el tratamiento invasivo. La cirugía se realiza si el daño a la válvula afecta significativamente su función y si la terapia con antibióticos no es efectiva. En caso de infección relacionada con un dispositivo implantado (estimulador), suele ser necesario retirarlo.

Hay factores conocidos que aumentan fuertemente el riesgo de endocarditis infecciosa, ellos son:

  • presencia de una válvula artificial
  • endocarditis previa
  • congénita, la llamada cianosis, defecto cardíaco

En tales casos, es necesaria la administración profiláctica de antibióticos antes de los procedimientos dentales.

Importante

La endocarditis infecciosa es una enfermedad grave a cualquier edad. Esta enfermedad se presenta con especial frecuencia en ancianos, resulta de la presencia de muchos factores que contribuyen a la EI, que a su vez se asocia a la presencia de otras enfermedades que predisponen a esta condición. El factor más importante que contribuye a la enfermedad es la presencia de un sustrato, o el llamado material extraño, en el corazón. Desafortunadamente, en los ancianos, no solo el diagnóstico sino también el tratamiento es difícil. Todo esto se traduce en un peor pronóstico en personas mayores que padecen EI.

Sobre el AutorInclinarse. Maciej GrymuzaGraduado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Medicina de K. Marcinkowski en Poznan. Se graduó de la universidad con un resultado sobre bueno. Actualmente, es médico en el campo de la cardiología y estudiante de doctorado. Está particularmente interesado en la cardiología invasiva y los dispositivos implantables (estimuladores).

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