Investigación sobre los llamados "COVID prolongado" mostró anomalías que pueden explicar la dificultad para respirar incluso varios años después de la infección. Existe la posibilidad de que el virus pueda causar daño pulmonar microscópico que no se puede detectar mediante pruebas básicas.
Los resultados de un estudio de 36 pacientes indican la posibilidad de que el COVID-19 pueda causar daño pulmonar microscópico que no se detecta en las pruebas de rutina.
La disnea es un síntoma que ocurre en la mayoría de los pacientes con COVID-19 a largo plazo, pero no está claro si está relacionada con otros factores como la fatiga.
Según la Dra. Emily Fraser, consultora de los Hospitales de la Universidad de Oxford y coautora del estudio, los últimos hallazgos son la primera evidencia de que el virus puede causar algunas anomalías persistentes en la microestructura pulmonar o el sistema vascular de los pulmones.
Se necesita más investigación para aclarar la relevancia clínica de los hallazgos, incluida la forma en que las anomalías aparentes se relacionan con la disnea.
El último estudio, cuyo objetivo es reclutar a 400 participantes, utiliza una técnica especializada de imágenes de resonancia magnética en la que los pacientes respiran xenón mientras están acostados en un escáner. Se puede rastrear el gas a medida que viaja desde los pulmones hacia el torrente sanguíneo, lo que le brinda información sobre cómo funcionan los pulmones. Esto contrasta con las tomografías computarizadas que solo muestran la estructura de los pulmones.
Se compararon tres grupos: pacientes diagnosticados con COVID prolongado que tenían buenas tomografías computarizadas; personas que habían estado hospitalizadas con COVID más de tres meses antes y no experimentaron síntomas de COVID a largo plazo, y un grupo de control saludable.
Los resultados preliminares muestran que los pacientes con COVID prolongado tienen una "transferencia de gas significativamente afectada" desde los pulmones al torrente sanguíneo, incluso cuando la investigación de referencia es normal. Se encontraron anormalidades similares en pacientes con COVID que fueron hospitalizados debido al curso severo de la enfermedad.
Los expertos enfatizan que estos hallazgos no socavan la importancia de los programas de rehabilitación y que las estrategias de rehabilitación son realmente útiles.