Una nueva investigación sugiere que los adultos mayores de 50 años que han experimentado una infección de COVID-19 de leve a moderada tienen un mayor riesgo de empeoramiento de la movilidad y pérdida de la función física, incluso en los casos en que no hubo necesidad de hospitalizar al paciente para tratar el virus.

Investigación sobre la movilidad de las personas mayores de 50 años después de la infección por COVID-19

Los autores del estudio utilizaron datos del Estudio longitudinal canadiense sobre el envejecimiento (CLSA). Muestran que la carga sobre el cuerpo después de una infección por COVID-19, incluso leve o moderada, es tan alta en personas mayores de 50 años que puede afectar la pérdida de movilidad.

En 2022, los científicos realizaron una encuesta entre más de 24.000 personas mayores de 50 años en todo Canadá para determinar el impacto de la infección por COVID-19 en su movilidad. Sus hallazgos fueron publicados en la revistaJAMA Network Open .

El equipo analizó los problemas de movilidad, incluida la dificultad para levantarse de una silla, la capacidad de subir y bajar escaleras sin ayuda y los cambios en la capacidad de los participantes para moverse por el hogar, realizar tareas domésticas y actividad física.

Susan Kirkland, coautora de un artículo considerado uno de los primeros en evaluar la relación entre la movilidad y el COVID-19 en personas mayores de 50 años, dijo:

"Descubrimos que incluso las personas con enfermedad leve a moderada debido a COVID-19 experimentaron cambios adversos en la movilidad y el estado físico en comparación con las personas sin COVID-19 .Estos hallazgos son dignos de mención, ya que indican que los efectos negativos del COVID-19 son mucho más amplios. "

El impacto de la infección por COVID leve y moderada en la movilidad del paciente: resultados del análisis

Los participantes que tenían la infección por COVID-19 tenían casi el doble de riesgo de empeorar la movilidad y la función física en comparación con los que no, aunque la mayoría tenía síntomas leves o moderados. De las 2.748 personas con COVID-19 confirmado, probable o sospechoso, el 94 por ciento. no fueron hospitalizados.

Estas personas tienen una menor capacidad para realizar actividades domésticas y actividad física en comparación con las personas sanas. Se obtuvieron resultados similares para las personas consospecha de COVID-19.

Pérdida de movilidad después de COVID-19: ¿quién está en riesgo?

Los resultados mostraron que las personas mayores con menores ingresos, tres o más enfermedades crónicas, baja actividad física y mala nutrición tienen mayor riesgo de problemas de movilidad.

Se deben desarrollar estrategias de rehabilitación para adultos que han evitado la hospitalización por COVID-19 pero que aún necesitan apoyo para recuperar su movilidad y estado físico.

Los científicos concluyeron que es necesario comprender mejor los efectos a largo plazo de la COVID-19 y considerar el desarrollo y la implementación de enfoques de intervención y gestión efectivos para abordar cualquier déficit persistente de movilidad y funcionamiento entre estas personas.

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