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CONTENIDO VERIFICADOAutor: Krzysztof Bialita

Los trastornos de hábitos e impulsos son un fenómeno relativamente común, pero aún no completamente comprendido. Las personas afectadas por ellos están expuestas a un deterioro significativo en su funcionamiento profesional y social. Conoce los tipos de trastornos del control de impulsos y en qué consiste su tratamiento.

Juego patológico, cleptomanía, adicción a las compras: estos son ejemplos de problemas incluidos en el grupo de trastornos de hábitos e impulsos. Su terreno común es el control incorrecto de los impulsos generados en el cerebro. La f alta de control combinada con un fuerte sentido de compulsión conducen a un comportamiento patológico repetitivo.

Trastornos de hábitos e impulsos: ¿qué son?

Los trastornos de hábitos y pulsiones son un grupo de conductas anormales con un cuadro clínico similar. Su característica común es la fuerte y repetida sensación de compulsión para realizar una actividad específica.

La persona afectada por este trastorno es incapaz de detener su comportamiento, a pesar de sus consecuencias negativas.

Su comportamiento no está motivado por premisas racionales. Los efectos de los trastornos del control de los impulsos pueden arruinar la vida de un paciente, provocando pérdidas financieras, sociales y de salud. En algunos casos, tienen consecuencias legales.

¿Cómo reconocer si la repetición de una determinada actividad es un trastorno de hábitos y pulsiones? Los trastornos que pertenecen a este grupo se caracterizan típicamente por un curso específico:

  • Impulso: un fuerte deseo o una sensación de compulsión interna para realizar una actividad específica.
  • Sensación de tensión emocional creciente
  • Perder el control sobre el propio comportamiento, rindiéndose al impulso
  • Una sensación de relajación, alivio, paz y placer

Satisfacer la sensación de compulsión permite una reducción a corto plazo de la tensión emocional. Inmediatamente después, el paciente experimenta emociones agradables. Aun así, la repetición de actividades y la pérdida de control sobre el propio comportamiento provocan un sufrimiento considerable. Las consecuencias sociales y materiales deterioran el funcionamiento diario del paciente. A pesar de sentirse culpable, es incapaz de recuperar el control de sus impulsos.

La clasificación internacional de enfermedades CIE-10 distingue cuatroPrincipales tipos de trastornos del hábito y del impulso:

  • cleptomanía (robo patológico),
  • piromanía (prender fuego deliberadamente),
  • ludopatía
  • y tricotilomanía (tirones habituales del cabello).

Aparte de ellos, también hay un grupo adicional de otros trastornos del control de los impulsos. Entre ellas se encuentran las denominadas adicciones conductuales, consistentes en la realización habitual de determinadas actividades.

Las adicciones conductuales incluyen, entre otras:

  • adicción al trabajo,
  • adicción a las compras,
  • adicción a Internet, teléfono móvil, juegos de computadora,
  • y comer en exceso habitualmente.

¿Qué sucede en el cerebro de una persona afectada por un trastorno de hábitos y pulsiones? Actualmente, existen varias teorías que intentan explicar las causas subyacentes de estas anomalías. Se cree que la tendencia a perder el control de los impulsos puede estar relacionada con un mal funcionamiento de los centros de recompensa y castigo del cerebro.

Las alteraciones en las vías de la dopamina (una de las llamadas "hormonas de la felicidad") pueden causar una tendencia a aliviar la tensión emocional a través de un comportamiento patológico.

También se enfatiza el papel de los factores genéticos y ambientales (contacto con personas que alivian el estrés a través de la adicción o el juego). La causa subyacente de los hábitos e impulsos alterados es la incapacidad para resolver los problemas de la vida y lidiar con las emociones difíciles.

Una persona afectada por este trastorno repite constantemente actividades que desencadenan una sensación de felicidad y paz a corto plazo. El patrón repetido se vuelve permanente, y recuperar el control sobre el propio comportamiento se vuelve cada vez más difícil.

Trastornos de hábitos e impulsos - tipos

La Clasificación Internacional de Enfermedades CIE-10 actualmente vigente distingue los siguientes tipos de trastornos de hábitos e impulsos:

Cleptomanía

La cleptomanía es una tendencia a los robos patológicos repetidos. Su causa es una compulsión interna imparable, provocada por una tensión emocional creciente. La cleptomanía difiere de los robos ordinarios por su motivación: la razón del robo no es el alto valor de los artículos robados o el deseo de enriquecerse.

Los artículos robados no se usan más tarde; el ladrón generalmente se deshace de ellos, los regala o los tira. Después de cometer el robo, hay un breve sentimiento de gratificación y felicidad.

Entre sus robos, las personas con cleptomanía experimentan emociones negativas y culpa. La cleptomanía es de 2 a 3 veces más común en mujeres que en hombres. Este trastorno puede tener consecuencias graves.sociales y legales.

Piromanía

Piromanía significa una tendencia morbosa a prender fuego a varios objetos y provocar incendios. Una persona afectada por la piromanía muestra un interés excesivo e incluso fascinación por el tema del fuego. Los ataques incendiarios no se cometen con una intención específica.

Como en el caso de otros trastornos de hábitos e impulsos, su propósito es aliviar temporalmente la tensión emocional.

Hay una sensación de emoción justo después de encenderlo. La piromanía a menudo ocurre junto con otros trastornos mentales, como el trastorno de personalidad antisocial, la discapacidad intelectual y la adicción.

Peligro patológico

El juego puede ser recreativo, de riesgo o patológico. El problema del juego patológico se presenta en personas para quienes el juego se ha convertido en una de las máximas prioridades en la vida.

Los pacientes con este trastorno descuidan otras actividades y áreas de la vida, como la vida familiar y profesional, las relaciones sociales o el estado material. El juego patológico es una forma de adicción con todas sus consecuencias.

Emociones fuertes y emoción emergen durante el juego. Cada victoria provoca una fuerte estimulación del sistema de recompensas. Las derrotas, por otro lado, estimulan los enfoques posteriores del juego para compensar las pérdidas financieras y reducir la tensión emocional.

Con el tiempo, la cantidad de dinero que gasta en juegos de azar aumenta y su participación en los juegos se convierte en la actividad dominante en su vida.

Tricotilomanía

La tricotilomanía es un raro trastorno de hábitos e impulsos que involucra el hábito de arrancarse el cabello. La tricotilomanía conduce a la pérdida visible del cabello. Al igual que con otros trastornos del control de los impulsos, existe una sensación de compulsión inmanejable justo antes de que se arranque el cabello. A su vez, arrancarse un pelo provoca un alivio y un placer temporales.

La tricotilomanía afecta con mayor frecuencia al vello de la cabeza, pero hay casos de arranque de pestañas, cejas o vello púbico. Arrancarse el pelo es causa de sufrimiento psíquico, puede causar importantes problemas sociales y profesionales.

En algunos pacientes, la tricotilomanía coexiste con otros trastornos mentales. Uno de ellos es la tricofagia, que es el hábito de tragar cabello. La consecuencia de tragar pelo puede ser la formación de los llamados tricobezoares, es decir, mechones de cabello ubicados en el tracto digestivo.

Adicciones conductuales

Las adicciones conductuales son un grupo de adicciones relacionadas con la realización de determinadas actividades. Este es un grupo relativamente nuevo.adicciones que recientemente han comenzado a ser percibidas en términos de entidades de enfermedad. Las adicciones conductuales incluyen, entre otras adicción al trabajo, adicción a las compras, adicción a Internet, teléfono móvil o juegos de computadora, así como comer en exceso compulsivamente.

Las adicciones conductuales están relacionadas con las actividades cotidianas, que en la mayoría de las personas no adquieren una dimensión patológica. En cierto grupo de personas, su repetición frecuente conduce a una pérdida de control: hay un sentimiento de compulsión y características similares a la adicción a las sustancias psicoactivas.

Los mecanismos de creación de adicciones conductuales se investigan constantemente. Se sabe que los factores genéticos, los cambios en el funcionamiento del cerebro, las condiciones ambientales y los patrones alterados de afrontamiento de las emociones difíciles pueden contribuir a su desarrollo.

Trastornos de hábitos e impulsos - diferenciación

El diagnóstico de los trastornos de los hábitos y de las pulsiones requiere diferenciarlos con otros trastornos mentales que puedan tener un cuadro similar. De todos los problemas mentales, los trastornos de hábitos e impulsos se parecen más a los trastornos obsesivo-compulsivos (el llamado "trastorno obsesivo compulsivo").

Las compulsiones son actividades obligatorias y repetidas, como lavarse las manos, organizar objetos o comprobar que la puerta está bien cerrada.

Los trastornos de los hábitos y los impulsos se asemejan al TOC en muchos aspectos. Ambos trastornos tienen en común la sensación de una compulsión fuerte e inmanejable por realizar una determinada actividad y utilizarla para aliviar la creciente tensión emocional. La principal diferencia entre estos trastornos es la actitud del paciente hacia su comportamiento.

En la neurosis TOC, una persona que repite ciertas actividades siente aversión hacia ellas, nota su inutilidad y quiere detenerlas. Los pacientes con hábitos e impulsos alterados sienten placer en la actividad realizada, y la motivación para repetirla son las emociones positivas que las acompañan (p. ej., un sentimiento de fuerte excitación al observar el fuego de un piroman).

Trastornos de hábitos e impulsos - tratamiento

El tratamiento de los trastornos de hábitos e impulsos comienza con un diagnóstico certero. Es necesario responder a la pregunta de si el trastorno es primario o es el resultado de otros problemas mentales.

Si a un paciente se le diagnostica una enfermedad mental comórbida (p. ej., trastornos neuróticos o depresión), es necesario iniciar el tratamiento adecuado. En el caso de la mayoría de los trastornos de hábitos e impulsos, el tratamiento farmacológico tiene una importancia de apoyo.

La base del tratamiento espsicoterapia. Su objetivo principal es hacer que el paciente tome conciencia de la dimensión de enfermedad de su comportamiento.

Una vez que se establece una relación terapéutica, la terapia tiene como objetivo analizar las causas del trastorno y enseñar al paciente otras formas no patológicas de afrontar las emociones difíciles. Un método terapéutico valioso son los grupos de apoyo (incluida la Comunidad de Jugadores Anónimos), que permiten el intercambio de experiencias de los pacientes y la asistencia en la recuperación.

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