El quiste de leche materna es un cáncer de mama benigno, rara vez maligno. Este quiste mamario no requiere diagnósticos específicos ni procedimientos terapéuticos invasivos, pero, como toda hiperplasia benigna, obliga a las mujeres a ser más vigilantes y frecuentes.

El quiste de leche maternaes un ejemplo de lesión enquistada en la que se acumula la secreción producida por las glándulas mamarias. Cuando se produce su bloqueo, comienza a acumularse un denso contenido de lípidos y proteínas. A la palpación, un quiste de leche es un pequeño nódulo blando, generalmente indoloro, de cualquier ubicación que se puede mover en relación con el sustrato. Suele afectar las partes inferiores - los cuadrantes de los senos, a veces tiende a agrandarse.

Generalmente, los cambios en la naturaleza de los quistes de leche no son peligrosos, siempre que no se haya producido inflamación, que se manifiesta por la aparición de marcadores generales de inflamación, es decir, dolor excesivo, enrojecimiento de la piel que cubre el quiste. En casos excepcionales se desarrolla un absceso mamario, que requiere vaciado y evacuación del contenido patológico.

Quiste lechoso: causas

Resulta que puedes identificar una lista de factores que aumentan la probabilidad de un quiste. Las situaciones más comunes son:

  • embarazo y lactancia
  • tomar un anticonceptivo hormonal oral
  • trastornos hormonales del cuerpo, incluso en forma de aumento de la producción de prolactina, lo que se conoce como hiperprolactinemia

En este último caso, además de un bulto palpable en la mama, el síntoma clínico patognomónico es la galactorrea, es decir, la producción de leche fuera del período de lactancia. Esta es una expresión de la acción de la prolactina. En tal situación, la igualación de los niveles hormonales conduce a la reabsorción del quiste.

Quiste de leche: síntomas

Un ligero cambio puede ser asintomático. Los primeros signos de un proceso de enfermedad en curso pueden estar asociados con el desarrollo de un proceso inflamatorio. Luego, aparecen los marcadores típicos de una reacción inflamatoria. Estos son enrojecimiento de la piel que cubre la lesión, dolor especialmente al tacto, hinchazón de los tejidos circundantes, a veces acompañada de fiebre como expresión de una infección generalizada, más a menudo en el curso de un absceso.

Diagnóstico y tratamientoquiste de leche

Por lo general, el diagnóstico del quiste de leche no es un problema y, a menudo, es la propia paciente quien nota la formación de un bulto en el seno. La asociación de dolencias con el período de lactancia ayuda a hacer un diagnóstico correcto y acelera la introducción de una terapia adecuada.

En caso de duda, la ecografía mamaria es una excelente herramienta diagnóstica. Es un examen adecuado y mínimamente invasivo, útil sobre todo en caso de dudas sobre si estamos ante un quiste de leche u otra patología igualmente frecuente - el fibroadenoma de mama.

El quiste de leche sin complicaciones no causa ninguna queja, no está acompañado por el mal estado general del paciente. El aumento de la temperatura o los síntomas generales sugieren el desarrollo de una infección generalizada, por ejemplo, en el curso de un absceso.

Si aparece un quiste, también puede tratarlo en casa. Una compresa caliente o un baño, un masaje o el agarre regular del bebé al pecho traerán alivio.

Por lo general, el diagnóstico de un quiste de leche no requiere tratamiento. Muy a menudo, el cambio desaparece espontáneamente, por ejemplo, después del final del proceso de lactancia. A pesar de numerosas especulaciones, no se ha demostrado que la aparición de un quiste de leche aumente el riesgo de desarrollar cambios neoplásicos dentro de la glándula mamaria. Por supuesto, cada cambio debe ser monitoreado cuidadosamente y en caso de duda, se debe ampliar el diagnóstico, teniendo en cuenta que los cambios detectados en una etapa temprana del desarrollo dan una buena respuesta al tratamiento.

Cómo prevenir la formación de un quiste de leche

Se ha demostrado que las medidas profilácticas adecuadas pueden actuar de forma preventiva ante la formación de una lesión quística, especialmente aquella que se produce durante la lactancia. Es importante sujetar a su bebé al pecho con la mayor frecuencia posible. Esto evita que las glándulas se obstruyan con moco espeso. A veces, la mejora del transporte a través de los elementos secretores de la glándula mamaria se logra cambiando la posición de alimentación, aumentando la frecuencia de extracción de leche, prolongando el proceso de alimentación o cambiando la ropa interior. Para garantizar una producción de leche constante, el bebé no debe incluir productos sólidos demasiado pronto y también debe volver a llenar al bebé con tés