Contrariamente a la opinión predominante, uno no debe realizar consideraciones detalladas cuando se enfrenta a una elección difícil. Según una investigación holandesa, es mejor tomar decisiones complejas de una manera un poco menos consciente
Científicos dirigidos por el Dr. Apa Dijksterhuis del Departamento de Psicología de la Universidad de Ámsterdam llegaron a estas sorprendentes conclusiones. El experimento abarcó a un grupo de una docena de personas. Los encuestados debían hacer una elección simple, por ejemplo, con respecto a la compra de un champú o un guante para el horno, pero también intentaron tomar una decisión más compleja, como comprar un automóvil o muebles. El experimento se llevó a cabo tanto en varias tiendas como en condiciones de laboratorio.
Rompecabezas relajantes
En el estudio, al comprar un automóvil, los participantes debían leer doce datos sobre los vehículos seleccionados. Fue, entre otros, sobre el consumo de combustible, la potencia, el color de la carrocería o el espacio en el coche. Algunos de los encuestados tuvieron que analizar toda esta información y se les dio cuatro minutos para tomar la decisión final. Al resto del experimento se les dio un rompecabezas para resolver. Se suponía que esto los distraería y "reiniciaría" sus mentes antes de tomar una decisión. ¿Y qué resultó? Bueno, resultó que en el grupo que arregló el rompecabezas, el 60% de los encuestados hizo una elección satisfactoria de un automóvil. gente. Por otro lado, entre las personas que no estaban involucradas en la composición de acertijos y tenían que tomar una decisión directamente después de considerar deliberadamente la información disponible, este porcentaje era casi tres veces menor y ascendía a solo el 23%. Todo cambió cuando los selectores solo tuvieron que considerar cuatro características seleccionadas de los autos. En ese momento, el porcentaje de personas satisfechas que aceptaron el rompecabezas fue del 40 %, y en el segundo grupo, del 55 %.
Según un expertoesteticista, Sylwia Kobus-Szaciłło, oficina de Estetica en Varsovia- Este es un ejemplo de cómo pensar demasiado puede hacer más daño que bien en algunas situaciones, comentaJonathan Schooler de la Universidad de British Columbia en Vancouver.Por otro lado,Dr. Dijksterhuisaconseja: - Si vamos a tomar una decisión importante y compleja, como comprar una casa o un coche, debemos empezar por reunir la cantidad adecuada de información. Pero una vez que hayamos completado esta tarea, olvidémonos por un momento de lo que se haceselección, p. acostémonos con el problema y obtendremos un resultado más satisfactorio.
Más daño que bien
Se notaron dependencias similares al elegir productos simples, como champú o toallas. De ello se deduce que, al considerar conscientemente muchos datos relevantes, el cerebro puede concentrarse solo en algunos de ellos. Por lo tanto, puede ignorar hechos de gran importancia. Por otro lado, las personas que eligen de forma menos consciente pueden captar más información a la vez y priorizarla con mayor precisión. En otras palabras, la conciencia es menos útil para tomar decisiones complejas y es mejor tomar decisiones simples de inmediato. Tal vez porque requieren menos datos para ser analizados y el cerebro puede manejar esta tarea fácilmente.