Cuando vaya a la estación de esquí de Polana Sosny, no espere carreras largas ni descensos vertiginosos. Puede contar con un clima agradable, que le permitirá esquiar tranquilamente en la amplia pista abierta con vista al lago Sromowieckie, las montañas Pieniny y el castillo de Niedzica.
La estación de esquí de Polana Sosnyno es genial. El más largo de los tres remontes (ascensor de barra en T) tiene menos de 400 metros con una diferencia de nivel de casi 100 metros. La ruta justo al lado está marcada en rojo como de dificultad media: en la parte superior es más suave, pero desciende bastante empinada hasta la estación inferior del ascensor. Las otras dos pendientes son fáciles, y el descenso el doble de largo a través de amplios claros, muy fácil, a pie y pintoresco. También hay un parque de snowboard. Las pistas están situadas en la vertiente norte, nevadas, preparadas e iluminadas, y el material de esquí funciona siempre que haya 10 personas dispuestas a deslizarse por la pista.
Este lugar se puede recomendar a los amantes del esquí principiantes ya las vacaciones familiares en la nieve. Esta es una oferta para los que no pasan todo el día en la pista. En primer lugar, por el pintoresco entorno: la pendiente desciende casi hasta la orilla del río Dunajec, justo detrás de la presa que acumula las aguas de la laguna Sromowiecki. Desde la ladera podemos ver la superficie del lago (quizás congelado) y, sobre él, el castillo de Nidzica.
Pintoresco entorno del balneario Polana Sosny
Al fondo, detrás del agua, se elevan el Gorce y la cordillera Radziejowa pertenecientes a Beskid Sądecki, y las montañas Pieniny detrás de su espalda. Cuando hace buen tiempo, se puede ver el panorama de las montañas Tatra desde la estación superior del telesilla. Detrás de la carretera, entre la ladera y el cauce del río Dunajec, hay un interesante conjunto de edificios pertenecientes también al centro recreativo Polana Sosny. El más impresionante de ellos es una casa solariega de alerce, construida a finales de los siglos XVIII y XIX, que una vez estuvo en las cercanías de Grywałd. Trasladado a la misma orilla del río, ahora alberga el restaurante Dwór, cuya decoración hace referencia a la tradición local, y el menú pertenece a la cocina polaca y húngara.
Dos casas de madera situadas junto a ella son los alojamientos más cercanos a Polana Sosny. Uno de ellos es una casa de conspiración (este es el nombre de la tierra histórica en la que estamos), el otro es una choza de Kir cerca de las montañas Tatra. Como la casa señorial, trasladada aquí y reconstruida con esmeroconservación del carácter original. A los pies del telesilla se ha creado un minimuseo al aire libre que, sin embargo, sirve de base de alojamiento y restauración a los turistas en verano y a los esquiadores en invierno.El texto procede de los recursos de Open Sightseeing Guide