Una fractura por fatiga no está relacionada con una lesión repentina como una fractura ósea normal. La fractura por fatiga ocurre gradualmente, hasta varias semanas. Los corredores corren mayor riesgo de sufrir este tipo de fractura, aunque también puede darse en personas que trabajan muchas horas de pie. ¿Cuáles son las causas y los síntomas de una fractura por fatiga? ¿Cuál es el tratamiento?

Fractura por fatigasignificafractura por estrés , fractura por estrés, fractura lenta o fractura en marcha. La fractura por fatiga puede localizarse en muchos lugares del sistema osteoarticular, pero la mayoría de las veces afecta a la tibia. Además, suele ocurrir en los huesos metatarsiano, calcáneo y peroné.

Fractura por fatiga: causas y factores de riesgo

Una fractura por fatiga no es el resultado de una única lesión repentina, como es el caso de una fractura ordinaria. Una fractura por fatiga es causada por microtraumatismos menores, pero a menudo y repetidos durante mucho tiempo, en los huesos, así como por una tensión excesiva en los ligamentos y fatiga muscular. Por lo tanto, las personas que practican deporte con regularidad (sobre todo los corredores), pero lo hacen de forma inadecuada, son las más propensas a sufrir una fractura por fatiga.

Los atletas, jugadores de voleibol, remeros, jugadores de baloncesto, tenistas y futbolistas también corren el riesgo de fractura por fatiga.

Una fractura por fatiga en personas que practican deportes puede ocurrir cuando:

  • no se prepara adecuadamente para el entrenamiento (sin calentamiento);
  • tienen un entrenamiento mal estructurado, lo que supone demasiada carga y una duración demasiado larga del esfuerzo;
  • entrenan con demasiada frecuencia y, por lo tanto, no pasan suficiente tiempo regenerando huesos, articulaciones y ligamentos después del ejercicio;
  • ejercicio en suelo duro y con calzado mal seleccionado que no absorbe los golpes;
  • practicar varios deportes que sobrecargan el sistema osteoarticular al mismo tiempo (por ejemplo, correr y squash o tenis);
  • seguir una dieta incorrecta (especialmente baja en calcio y vitamina D, sustancias que necesitan los huesos);
  • lucha contra la obesidad;

Además, la fractura por fatiga afecta a las personas que trabajan muchas horas de pie, así como a las que trabajan con herramientas vibratorias, así como a los bailarines (incluidas las bailarinas de ballet).

Za su vez, los factores que aumentan el riesgo de fracturas por fatiga son las deformidades óseas postraumáticas, las enfermedades del sistema osteoarticular (por ejemplo, la artritis reumatoide) y las cirugías (por ejemplo, la osteotomía correctiva). Vale la pena saber que las mujeres tienen 12 veces más probabilidades de sufrir fracturas por fatiga que los hombres, y el riesgo aumenta con los trastornos menstruales.

Fractura por fatiga - síntomas

Al principio, aparece un ligero dolor después del ejercicio. Sin embargo, posteriormente el dolor aumenta, y también se presenta durante el entrenamiento e incluso durante las actividades diarias. Con el tiempo, el dolor está bien localizado y es posible que sienta un bulto en el hueso.

Las fracturas por fatiga sugieren dolor óseo que dura varios días, a pesar de que no hay lesiones.

Fractura por fatiga - diagnóstico

Si se sospecha una fractura por fatiga, se realiza una radiografía ósea o una ecografía, pero estas pruebas pueden no ser suficientes si la fractura está en una etapa temprana (porque es simplemente invisible). En este caso se suele realizar una gammagrafía ósea.

Fractura por fatiga - tratamiento

Generalmente se recomienda descargar la extremidad afectada hasta que sane el hueso. La rehabilitación también es necesaria. La fisioterapia (terapia con láser, ultrasonido) puede ayudar, como para una fractura común. Puede volver a la actividad física (por ejemplo, correr) después de unos tres meses de rehabilitación.

En caso de desplazamiento de fragmentos óseos, está indicado el tratamiento quirúrgico.

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Fractura por fatiga: ¿cómo prevenirla?

1. No se debe aumentar repentinamente las cargas de entrenamiento y extender el tiempo de entrenamiento, sino aumentar gradualmente el número de repeticiones, kilómetros o kilogramos para que el cuerpo pueda adaptarse a estos cambios. Debe cuidar los descansos entre entrenamientos, es el momento de regenerar el sistema osteoarticular. Se debe utilizar una dieta adecuada para reponer las deficiencias causadas por el entrenamiento (en las mujeres esto es especialmente cierto en el caso del calcio). Use calzado adecuado (diferentes zapatillas para correr y zapatillas deportivas).