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La mayoría de nosotros creemos que el olvido está estrechamente relacionado con la edad. Cuanto mayor es una persona, peor es la memoria. Los estudiosos argumentan que esto no es cierto y que podemos aprender cosas nuevas hasta la vejez.
Durante décadas, la percepción ha sido que nacemos con un número constante de células cerebrales. Los científicos ahora saben que el cerebro puede regenerarse a sí mismo y, mediante un manejo adecuado, mantiene la claridad mental hasta la vejez. Para que esto suceda, se deben cumplir tres condiciones: ejercitar el cerebro regularmente, no envenenarlo con toxinas y mantenerlo en buena forma. Todo el cuerpo funciona según su condición y su eficiencia general determina cómo funcionará el cerebro en el futuro, si podrá aprender, si recordará el pasado y el presente.
Podemos apoyar o limitar la memoria con nuestro comportamiento. El cerebro está influenciado positivamente por la relajación, el sueño suficientemente largo, los ejercicios lógicos y de memoria, la curiosidad por el mundo. Una nutrición adecuada también es importante. La dieta debe ser rica en verduras y frutas frescas, pescado, carne magra, productos integrales y grasas vegetales. Las sustancias suministradas con ellos apoyan el trabajo del cerebro, lo protegen contra los cambios degenerativos y estimulan los mecanismos de reparación
El cerebro se ve afectado negativamente por el estrés y la tensión emocional, el exceso de alcohol, la mala alimentación, el tabaquismo. Además, la rutina diaria hace que poco a poco vayas limpiando tu cerebro de creatividad y fantasía. Cuando el cerebro se sorprende con nuevas ideas, tiene que esforzarse para lograr el objetivo.
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