La esofagitis eosinofílica es una enfermedad crónica del esófago que se desarrolla a través de un sistema inmunitario. Pertenece a los llamados Enfermedades eosinofílicas del tracto gastrointestinal, en las que existe una intensa infiltración de eosinófilos (eosinófilos) en diversas capas de la pared gastrointestinal, en este caso el esófago. Es progresiva y, si no se trata, provoca fibrosis y estenosis del esófago y, en consecuencia, su disfunción.

La esofagitis eosinofílicaocurre en todas las edades, pero se diagnostica con más frecuencia en personas de 40 a 50 años, y con mucha más frecuencia en hombres. Los primeros síntomas aparecen ya en la infancia. En personas predispuestas como resultado de un alérgeno alimentario o por inhalación, se desarrolla una reacción inflamatoria crónica que conduce a fibrosis y trastornos de la motilidad esofágica. Los mecanismos celulares y dependientes de IgE, así como la quimiocina secretada por los eosinófilos, los llamados eotaxina 3. La imagen microscópica muestra la presencia de infiltrados eosinofílicos en el epitelio y otras capas de la pared esofágica, cúmulos de eosinófilos (microabscesos), ensanchamiento de los espacios intercelulares, hipertrofia y elongación de los pezones de la capa basal y fibrosis de la capa basal de la mucosa

Esofagitis eosinofílica: síntomas

Los síntomas de la esofagitis eosinofílica no son específicos y dependen de la edad. En niños, los más comunes:

  • dolores de estómago
  • vómitos
  • síntomas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico
  • renuencia a tragar alimentos
  • pérdida de apetito
  • inhibición del aumento de peso y del crecimiento

En adolescentes y adultos aparece:

  • disfagia
  • dolor retroesternal
  • náuseas
  • vómitos
  • comida atrapada.

Es característico evitar productos que provoquen problemas para tragar, acompañar los alimentos con abundante líquido y masticar durante mucho tiempo. Además, los pacientes suelen sufrir enfermedades atópicas como asma, rinitis alérgica, dermatitis atópica o alergias alimentarias dependientes de IgE.

Esofagitis eosinofílica: diagnóstico

En el diagnóstico de la enfermedad, el examen endoscópico del esófago con la recolección de muestras delas partes proximal y distal de su mucosa. El diagnóstico se basa en el hallazgo de>15 eosinófilos en el campo visual en biopsias de mucosa esofágica con un aumento de 400x. El examen endoscópico revela surcos longitudinales únicos o múltiples, pliegues circulares, pápulas, eritema, depósitos blancos, ausencia de dibujo vascular, congestión e inflamación de la mucosa y estenosis segmentarias del esófago, más a menudo en su parte proximal. La prueba de contraste del esófago, de manera similar a la endoscopia, muestra un estrechamiento de la luz del esófago, estenosis esofágicas aisladas y anillos únicos o múltiples.

Las pruebas de laboratorio muestran eosinofilia en sangre periférica, aumento de los niveles de IgE en sangre total y de IgE específicos para inhalación y alérgenos alimentarios.

No hay evidencia de ERGE en la monitorización de 24 horas del pH intesofágico Actualmente, tratamiento empírico de 6-8 semanas con inhibidores de la bomba de protones 2mg/kg/24h en dos dosis (máximo 40mg dos veces al día) previo al esófago Se recomienda endoscopia y examen biopsia histológica de su mucosa. El objetivo de esta acción es eliminar la enfermedad por reflujo gastroesofágico como causa de los síntomas del paciente.

Esofagitis eosinofílica: diferenciación

El diagnóstico diferencial tiene en cuenta:

  • enfermedad por reflujo gastroesofágico
  • esofagitis por levaduras
  • esofagitis viral
  • esofagitis bacteriana
  • gastroenteritis eosinofílica
  • alergia a alimentos o medicamentos
  • celiaquía
  • Leśniowski y la enfermedad de Crohn
  • enfermedades sistémicas del tejido conjuntivo
  • síndrome hipereosinofílico
  • Síndrome de Churg-Strauss
  • enfermedad de injerto contra huésped
  • pénfigo

Esofagitis eosinofílica: tratamiento

El tratamiento se basa en el uso de una dieta y farmacoterapia adecuadas. Se recomienda una dieta elemental durante 4 semanas, que reduce los síntomas y los cambios inflamatorios. En las recomendaciones nutricionales se presta atención a un intento de identificar y evitar los alimentos que provocan síntomas de la enfermedad. Se ha demostrado que la eliminación de la dieta de los alimentos alergénicos más comunes, como la leche de vaca, los huevos, el trigo, los cacahuetes y los mariscos, mejora la mejoría clínica e histológica en más del 70 % de los niños; en adultos, este porcentaje es ligeramente inferior.

En farmacoterapia, los glucocorticosteroides se administran local o sistémicamente. Los glucocorticosteroides tópicos son los fármacos de primera elección: se utilizan preparaciones inhaladas por vía oral,la más común es budesonida (2 mg/d) o fluticasona (880-1760 microgramos dos veces al día). El uso de corticoides sistémicos está restringido a pacientes que requieren una rápida mejoría clínica debido a la gravedad de la enfermedad o que no han respondido a otros tratamientos. Para ello se utiliza prednisona a dosis de 1-2 mg/kg/día

El tratamiento endoscópico se reserva para pacientes con estrechamiento del esófago que interrumpe la deglución y cuando no hay mejoría después del tratamiento estándar. Debido al alto riesgo de perforación esofágica, la dilatación endoscópica de las estenosis esofágicas debe realizarse con extrema precaución.

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