Las ansiadas y planeadas vacaciones pueden acabar en problemas de salud si al irnos de vacaciones llevamos bañador y gafas de sol, y dejamos el sentido común en casa…
Para dejar solo buenos recuerdos después de sus vacaciones, evite:
Un bronceado moderado envejece, adelgaza y nos hace sentir más atractivos. Pero todos deberían usar el sol sabiamente (especialmente en los trópicos). Protegemos la piel con cremas de protección solar: comenzamos con SPF 50 y luego usamos 30. Sin embargo, si tomamos demasiado el sol, quemaremos la piel. No hay que olvidar proteger los ojos y la cabeza del sol excesivo. El sobrecalentamiento de la cabeza puede provocar un golpe de calor, y una exposición excesiva de los ojos no solo puede causar conjuntivitis, sino que también aumenta el riesgo de melanoma.
La deshidratación es el resultado de que el cuerpo pierda agua y electrolitos. Estos últimos son necesarios para su correcto funcionamiento, por lo que el resultado de la deshidratación es el desequilibrio hídrico y electrolítico, lo cual es una condición muy peligrosa para la salud y la vida. El riesgo de deshidratación es mayor en los niños pequeños, los ancianos y los que tienen sobrepeso, los discapacitados y los que toman diuréticos.
La intoxicación alimentaria se produce cuando comemos en bares o restaurantes poco fiables, en bazares, o cuando almacenamos los alimentos en condiciones inadecuadas. Un método probado es comer en lugares donde cenan los lugareños. Las causas de intoxicación pueden ser: verduras y frutas sin lavar, manos sucias, helado mal conservado o agua contaminada. Los síntomas de intoxicación alimentaria pueden variar desde una indigestión molesta hasta flatulencia, náuseas, vómitos y diarrea. Las más peligrosas son las intoxicaciones por setas.
El verano es propicio para coquetear, pero tener sexo con una persona al azar, sobre todo sin protección, además de un momento de placer, puede proporcionarnos impresiones más fuertes. Es posible contraer una enfermedad de transmisión sexual. Entre ellos se encuentran: el VIH, la sífilis, la gonorrea, la hepatitis B, la clamidia y el VPH, el virus del papiloma humano que promueve el desarrollo del cáncer de cuello uterino.Todas estas infecciones requieren un tratamiento prolongado y, a veces, muy extenuante, por lo que el comportamiento sexual de riesgo no da resultado. Un embarazo no planificado también puede ser consecuencia de una relación sexual accidental.
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