Un exceso de sal en la dieta de un niño puede provocar una enfermedad grave muchos años después. La sal provoca la excreción de calcio en la orina, provocando la desmineralización y bloqueando el crecimiento óseo. El consumo de grandes cantidades de sal eleva la presión arterial a un nivel peligroso y está indirectamente asociado con la creciente frecuencia de sobrepeso y obesidad. ¿Qué daño a su salud puede causar el exceso de sal en la dieta?

El consumo de sal en la infancia repercute en la salud en la edad adulta

La forma de comer en la infancia y los hábitos adquiridos tienen un impacto significativo en la formación de los hábitos alimentarios y el estado de salud de un adulto. El consumo excesivo de sal por parte de los niños puede influir en el desarrollo de una preferencia por un sabor más salado.

Los niños no necesitan tanta sal como los adultos. Cuanto más pequeño sea el niño, menos sal debe comer, y los bebés no deben consumirla en absoluto.

A los niños les gusta la comida sin sal

El sabor salado es desconocido para un bebé, solo en el primer año de vida, cuando comen alimentos salados, los adultos se los presentan al niño. Vale la pena señalar que, para la gran mayoría de los niños, los platos sin sal saben igual de bien, y solo dejan de probarlos cuando los niños aprenden a salarlos.

Por lo tanto, no salar los productos dietéticos destinados a bebés y niños pequeños, así como tampoco dar a los niños platos sazonados según las preferencias gustativas de los adultos, ni enseñarles a salarlos en la mesa. Los hábitos alimenticios adecuados se forman más fácilmente en la niñez y la adolescencia. Esto también se aplica al consumo de sal.

¿A qué se debe el consumo de alimentos salados en la infancia?

En los adultos, el consumo excesivo de sal está estrechamente relacionado con la presión arterial alta y las enfermedades cardiovasculares, así como con una mayor incidencia de accidentes cerebrovasculares. Hoy sabemos que también en los niños, la ingesta elevada de sal contribuye al desarrollo de la hipertensión y puede ser la causa de muchas otras enfermedades en la edad adulta. Los niños son un grupo particularmente vulnerable a los efectos adversos del exceso de sal debido a su pequeño tamaño corporal y bajo volumen de sangre. Los vasos sanguíneos de un organismo joven son más débiles y delicados que los de los adultos.

ConAl consumir demasiada sal, los iones de sodio retienen agua en el cuerpo, lo que provoca edema, un aumento en la sangre y otros fluidos corporales, lo que resulta en presión arterial alta y otros efectos adversos para la salud.

Se ha demostrado que la restricción de sal en la dieta de los niños reduce la presión arterial, lo que puede disminuir la presión arterial naturalmente con la edad y reducir el riesgo de hipertensión más adelante en la vida.

El exceso de sodio afecta negativamente a los huesos

Actualmente se considera que el exceso de sodio es uno de los factores que afectan negativamente al metabolismo sistémico del calcio. El consumo excesivo de sal con la dieta puede conducir a una mayor desmineralización ósea, ya que aumenta la excreción urinaria de calcio, así como la excreción de magnesio.

Por lo tanto, el consumo excesivo de sal por parte de los niños puede afectar negativamente el correcto desarrollo del sistema óseo. Vale la pena mencionar que una persona desarrolla la masa ósea máxima alrededor de los 28-30 años de edad y cuanto mayor sea la masa ósea que alcance, menor será el riesgo de osteoporosis y fracturas óseas más adelante en la vida. Por eso es importante, además de garantizar las cantidades correctas, p. calcio y vitamina D en la dieta y mantener la actividad física, evitando también los factores que afectan negativamente la condición de los huesos (incluido el exceso de sal) en cada etapa de la vida de una persona, especialmente durante el crecimiento intensivo del cuerpo.

La sal conduce al desarrollo de la obesidad

El sobrepeso y la obesidad también están asociados con el consumo excesivo de sal. Este es un problema que no solo afecta a los adultos, sino que también afecta cada vez más a los niños y adolescentes. Aunque la sal no causa directamente la obesidad, es uno de los principales contribuyentes a la obesidad. Los niños que consumen grandes cantidades de sal en sus dietas tienden a beber más bebidas, incluidas las azucaradas. El consumo de este tipo de bebidas es una de las causas de la obesidad infantil, ya que se asocia a un aumento de la cantidad de energía consumida con los alimentos.

En los niños, las funciones renales aún no están bien desarrolladas, por lo que la capacidad para eliminar el exceso de sodio del cuerpo es relativamente baja. El consumo excesivo de sal por parte de los niños ejerce demasiada presión sobre los riñones, ya que no pueden hacer frente a la eliminación del exceso de sal. También contribuye al aumento de la cantidad de proteína excretada en la orina, que es un factor de riesgo importante para el desarrollo de enfermedades renales. El consumo excesivo de sal provoca cambios atróficos en la mucosa gástrica y aumenta el riesgo de infección por Helicobacter.pylori, que puede causar la formación de cáncer de estómago. También hay estudios que muestran que el exceso de sal en la dieta de los niños puede contribuir a una mayor reactividad bronquial y al desarrollo de asma.

Texto elaborado sobre la base de materiales preparados por la Dra. Anna Wojtasik, quien pertenece al equipo de expertos del Instituto de Economía Judía, implementando el Proyecto "Keep the Balance", que forma parte del Swiss-Polish Programa de Cooperación

Instituto de Alimentación y Nutrición

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