Echamos de menos el sol todo el año, por eso lo pasamos todo el día de vacaciones. Sin embargo, tengamos cuidado porque podemos exponernos a sobrecalentamientos, insolaciones o quemaduras en la piel.

Incluso en Polonia, hay que usarsolhábilmente para evitar consecuencias desagradables: golpe de calor o quemaduras. En el sur de Europa o en países como Túnez, Egipto o Turquía, debemos ser doblemente cautelosos. ¿Cómo reconocer que nos hemos exagerado con el sol y qué hacer entonces?

Sobrecalentamiento y golpe de calor

La alta temperatura del aire, especialmente en combinación con su alta humedad y f alta de circulación de aire, son condiciones en las que el cuerpo puede sobrecalentarse fácilmente. Esto puede estar indicado por debilidad, náuseas, ritmo cardíaco lento, piel pálida y húmeda. Entonces debe estar lo antes posible a la sombra, acostarse en un lugar lo más ventilado posible y beber mucha agua fría para reponer la f alta de líquidos y electrolitos en el cuerpo - la mejor agua es el agua mineral, incluso con una pizca de sal.

Más peligrosa es una insolación, causada por la luz solar intensa, principalmente en la cabeza y el cuello; puede provocar hiperemia de las meninges y el cerebro y, a veces, inflamación del cerebro. El hecho de que haya sufrido un derrame cerebral se evidencia por enrojecimiento facial severo, piel seca, dolor de cabeza, frecuencia cardíaca rápida. Con tales síntomas, debe llamar a un médico rápidamente.

Así que recuerda siempre proteger tu cabeza del sol cuando hace calor y no permanecer en ella por mucho tiempo. También es muy importante reponer los líquidos que sudas con regularidad: bebe al menos unos sorbos de agua cada 15 o 20 minutos.

Quemaduras en la piel

Descansar en la playa es una forma sencilla de quemarse la piel. Las más comunes son las quemaduras de primer grado: la piel está roja, caliente al tacto y, a menudo, hinchada, arde o incluso duele, a veces aparecen ampollas.

Después de salir de la playa necesitas refrescar tu cuerpo. Lo mejor es darse una ducha relajante. Dado que la piel está muy caliente, verter agua fría sobre ella podría provocar un choque térmico. El agua debe estar tibia al principio, reducir gradualmente su temperatura hasta que se enfríe, pero no muy fría. Para el alivio, la ducha debe durar no menos de 10 minutos.

Luego seque el cuerpo muy suavemente (no frotetoalla) y frote con un agente calmante, por ejemplo, con pantenol o alantoína. Si ha horneado solo una pequeña parte de su cuerpo (escote, hombros), puede hacer una compresa con leche cuajada fría, yogur natural o kéfir. Evite el sol durante unos días, especialmente durante las horas pico.

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