Curar una enfermedad es una cosa, y la otra, a menudo una tarea más difícil que la primera, es recuperar rápidamente la forma. Especialmente cuando estabas tomando antibióticos. Después de la enfermedad, necesitas fortalecer el cuerpo. Una dieta adecuada ayudará en esto, reponiendo la flora bacteriana intestinal, así como la f alta de vitaminas y minerales.

Después de la enfermedadnecesitas tiempo para regenerarte, porque combatir la infección agota todo el cuerpo. Este es un momento difícil ya que corre un riesgo particular de reinfección, que puede ser mucho más difícil. ¿Cómo puedo ayudarme a mí mismo? En primer lugardieta .

Fortalecimiento después de la enfermedad: flora en los intestinos

Antibióticoes un arma de doble filo. Destruye no solo los microorganismos patógenos, sino también los beneficiosos que habitan en los intestinos. Su función es facilitar la digestión de los alimentos, sintetizar algunas vitaminas (del grupo B), así como mantener un adecuado equilibrio ácido-base. Entonces, cuando el antibiótico mata la flora en los intestinos, pueden aparecer dolencias: diarrea, estreñimiento o micosis, y debido a la mala absorción, pueden ocurrir deficiencias vitamínicas. Todo esto debilita el cuerpo. Un buen médico, ya en el momento de prescribir un antibiótico, te ordena tomar preparados probióticos (Linex Forte, Lakcid, Trilac, Enterol, Bion 3), que contienen lactobacilos - bacterias Lactobacillus o Bifidobacterium. De lo contrario, debe complementar su dieta: tome yogur y kéfir con bacterias probióticas (busque información en el empaque). Sin embargo, recuerde que los productos farmacéuticos probióticos contienen muchas más sustancias activas que los alimentos.

Debes hacerlo

Sanatorio domiciliario

Después de su enfermedad, debe cambiar un poco su estilo de vida. Descansa mucho, acuéstate, duerme. Acuéstese temprano, a expensas de una película o un libro. El aire fresco tiene un efecto saludable. Trate de caminar por lo menos media hora todos los días, posiblemente no en la calle, sino en un parque o plaza. El organismo oxigenado se endurece y gana nuevas fuerzas para luchar.

Después de la enfermedad, cuide la calidad, no la cantidad

No se preocupe por la f alta de apetito. Cuide mejor la presencia de todos los nutrientes necesarios para regenerar sus fuerzas y reduzca la proporción de aditivos nutricionales químicos nocivos. Utilice productos frescos y de buena calidad que estén lo menos procesados ​​posible. Las verduras son ideales - son fácilmente digeribles y llenasmicronutrientes, vitaminas y saciedad. Las verduras frescas tienen el mayor valor, mientras que f altan, vale la pena buscar las congeladas. Lo mejor es cocerlos al vapor, y si están en agua, no tirar el caldo, sino hacer caldo de verduras. No se olvide del ajo y la cebolla: están llenos de fitoncidas bactericidas. Y use hierbas que estimulen el apetito y ayuden en la absorción de los alimentos.

Vitaminas necesarias después de la enfermedad

Después de la terapia con antibióticos, le f altan vitaminas y minerales; los que se digieren mejor son los que se encuentran en las frutas y verduras. Necesita especialmente vitamina A (mucha de ella en huevos, verduras amarillas y rojas). También necesita vitamina C (la mayor parte en pimienta, perejil, kiwi). Ciertamente tienes una deficiencia de vitaminas B (las semillas de girasol, las nueces y los cereales secundarios son abundantes en ellas).

Fortalecimiento de ácidos omega

Los ácidos grasos insaturados fortalecen la inmunidad del cuerpo. Además de las nueces y las semillas de girasol, están presentes en los aceites prensados ​​en frío, pero los más valiosos se encuentran en los pescados de mar (caballa, salmón, fletán, bacalao, arenque, sardina). Una dieta adecuada te proporcionará una dosis suficiente de estos compuestos, sin embargo, durante la convalecencia, cuando las necesidades del organismo aumentan, puedes complementarlos adicionalmente con preparados de farmacia (por ejemplo, Omega 3).

Más proteínas

También necesita reponer las deficiencias de proteína, porque el cuerpo usó mucha más de lo normal durante la enfermedad. Los huevos semiblandos y el pescado de mar son excelentes fuentes. Lo mejor es hornearlo en el horno o al vapor. Los mariscos (¡camarones!), la carne blanca magra y los productos lácteos, especialmente los ácidos, como el yogur o el kéfir, también son insustituibles. Sin embargo, es mejor renunciar a la mantequilla, la nata, el queso y el queso, porque son demasiado difíciles de digerir.

Apreciar los granos

Cuanto más gruesa sea la tierra, mejor: tiene muchas proteínas, sales minerales, microelementos y vitaminas B. Durante la convalecencia, es mejor comer trigo sarraceno y mijo. El primero es valorado en medicina popular y macrobiótica por sus propiedades de calentamiento. Por otro lado, la macrobiótica trata todas las inflamaciones y los nutricionistas la aprecian por su alto contenido en magnesio. Es excelente como postre saludable y poco digerible: espolvoreado con canela, horneado con ciruelas o mermelada, preferiblemente casero.

Tesoros en grano

Los frutos secos, las almendras, la calabaza y las semillas de girasol son una auténtica bomba proteica y energética. Lo mejor es tostarlos en una sartén seca, adquieren un nuevo sabor y son más fáciles de digerir. Son muy calóricos (aprox. 600 kcal por 100 g), pero también llenos de vitaminas, grasas buenas (con insaturadasácidos grasos) y sales minerales. Unos cuantos frutos secos o almendras al día serán por tanto un excelente tentempié rico en proteínas.

Ejemplo de menú de convaleciente

  • Desayuno:

té de hierbas, huevo pasado por agua, pan integral o yogur natural (o kéfir) con copos de avena, espolvoreado con pipas tostadas de girasol o calabaza, además con una cucharada de miel

  • Segundo desayuno:

un puñado de nueces

  • Almuerzo:

cebolla o sopa de verduras (asegúrese de comer verduras, puede mezclarlas, pero donar la crema), como plato principal puede elegir: pescado al vapor con zanahorias y guisantes, pescado asado con ensalada de chucrut, filete al horno carne magra con brócoli al vapor

  • Té de la tarde:

ensalada de frutas, kéfir

  • Cena:

a elegir: sémola con verduras guisadas espolvoreadas con mucho perejil, pasta con aceite de oliva y verduras, arroz con gambas, mijo dulce con ciruelas

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