Los niños menores de 1 año solo respiran por la nariz, 50 veces por minuto. Sin embargo, las fosas nasales de los bebés siguen siendo muy estrechas. Por lo tanto, la secreción nasal habitual en un bebé, que después de todo a menudo molesta a los bebés, se convierte en un problema grave y puede causar enfermedades graves, como sinusitis o infecciones del oído. Aprenda cómo aliviar a los bebés de la secreción nasal persistente

La secreción nasal en los bebésa menudo se convierte en un problema grave. Aunque muchas veces no lo sepamos, la nariz es uno de los órganos más importantes. Para el cuerpo de un niño pequeño, actúa como filtro y acondicionador de aire al mismo tiempo: elimina las impurezas del aire inhalado, lo calienta y regula la humedad. Esto se debe a los cilios ubicados en la mucosa, que la cavidad nasal está revestida desde el interior. También está el epitelio olfativo en la nariz, que es responsable de la sensación del olfato. Los bebés respiran solo por la nariz, 50 veces por minuto. En los niños pequeños, sin embargo, las fosas nasales siguen siendo muy estrechas. Por lo tanto, una secreción nasal ordinaria, una dolencia común en la infancia, se convierte en un problema grave. Todo porque incluso una ligera inflamación de la mucosa obstruye completamente la nariz.

Goteo nasal en bebés: efectos y complicaciones

El hecho de que un niño no pueda respirar lo irrita y duerme peor. También hay problemas de alimentación: el bebé tiene que dejar de mamar para respirar. En niños muy pequeños, la secreción nasal puede causar inflamación del oído y de los senos paranasales. La secreción nasal también puede dañar irreversiblemente la mucosa y los cilios, y en ocasiones conduce a hipertrofia e hinchazón de la mucosa. La secreción nasal crónica causa problemas respiratorios, a menudo denominados savia, donde la nariz del bebé está constantemente dilatada y su boca está abierta. Por eso es tan importante que la pieza nasal esté limpia y sin obstrucciones. Un bebé no puede limpiarlo solo, solo el llanto le brinda un alivio temporal, durante el cual las lágrimas que fluyen por su nariz disuelven las secreciones secas y facilitan la respiración.

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  1. Cuando el bebé esté despierto, colóquelo boca abajo: la secreción de la nariz saldrá por sí sola.
  2. Asegúratela cabeza del bebé estaba más alta que su pecho durante el sueño. La forma más fácil: coloca una manta doblada o una almohada de bebé debajo del colchón. También puede colocar 2 o 3 libros debajo de las patas de la cuna para levantarla un poco. Como resultado, el exceso de secreción se escurrirá y no obstruirá la nariz. Sin embargo, no coloque la almohada directamente debajo de la cabeza del bebé, ya que fuerza una posición poco natural y es agotador para la delicada columna vertebral. Esta es una buena manera para los niños que pueden girarse boca abajo y boca abajo por sí mismos. Los niños pequeños que aún no dominan esta habilidad pueden resbalarse del colchón y lastimarse.
  3. Hidratar el aire de la habitación. Demasiado seco seca las membranas mucosas, lo que hace que la secreción nasal empeore. Si no tiene un humidificador, coloque una toalla húmeda sobre el radiador
  4. Limpiar la nariz con el aspirador. El aparato suele tener la forma de una manga. Un extremo es más estrecho (y este se inserta en la nariz). Se coloca un tubo especial en el otro, a través del cual el padre succiona aire. Una fuerte corriente de aire succiona las secreciones de la nariz. Se coloca una bola de algodón en el aspirador y, en algunos modelos, filtros de esponja que evitan que las secreciones ingresen al tubo de succión de aire. Después de cada uso, limpia a fondo la punta que pones en la nariz de tu bebé.
  5. Aplicar preparaciones de spray de agua de mar. El agua está en un recipiente presurizado al vacío. Aplicado en la nariz, disuelve las secreciones secas. Luego basta con retirarlo suavemente con un pañuelo enrollado o con un aspirador. Durante una aplicación, coloque la preparación en cada orificio solo una vez. Recuerde que la cabeza debe estar más alta que el resto del cuerpo, porque el exceso de agua fluirá por la garganta del niño.
  6. Pruebe con solución salina. Puedes comprarlo en una farmacia, lo más práctico es en envases desechables. Haga unos rollos pequeños con un pañuelo de papel. Vierta 1-2 gotas de sal en cada fosa nasal. Esperar a que se disuelva la secreción y recogerla con un pañuelo
  7. Haz inhalaciones. Reducen la inflamación de la mucosa, lo que facilita el drenaje de las secreciones. Vierta manzanilla o aceites esenciales en un inhalador o una olla con agua caliente (solo los recomendados por un pediatra), luego coloque a su hijo en su regazo y coloque un recipiente debajo de su nariz. Colóquelos a una distancia para que el vapor que sube no queme al bebé. Las preparaciones para inhalación también se pueden rociar en la habitación con un humidificador, siempre que el fabricante permita tal posibilidad.
  8. Puedes untar la piel debajo de tu nariz con pomada de mejorana. Durante una aplicación, aplique un poco de pomada en la punta de su dedo o un pañuelo enrollado. Tenga cuidado de no dejar que la pomada entre en la nariz, ya que irritará las membranas.esclusa
  9. Si tu bebé tiene más de 6 meses, puedes lubricar su espalda y senos con una pomada con una sustancia volátil. Se reduce la congestión de las mucosas, que se contraen.
  10. Después de consultar a su pediatra, puede poner gotas en la nariz de su bebé. Sin embargo, este es el último recurso. Las gotas proporcionan un alivio temporal, pero irritan la mucosa. Por lo tanto, úselos solo cuando sea necesario (por ejemplo, antes de la alimentación) y no más de 3 días.

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