La nefropatía por IgA (también conocida como enfermedad de Berger) es la forma más común de glomerulonefritis. Se aplica a pacientes de todas las edades. El cuadro clínico consiste principalmente en hematuria o hematuria recurrente. El curso de la enfermedad es una característica individual. Hasta el 20% de los pacientes pueden desarrollar enfermedad renal en etapa terminal, que requiere diálisis.

Nefropatía por IgA , también conocida comoEnfermedad de BergerLlamada así por el autor que describió por primera vez la fisiopatología de la enfermedad, consiste en una sobreproducción de inmunoglobulina Y en las mucosas. En respuesta a patógenos, por ejemplo, antígenos bacterianos en el sistema digestivo o respiratorio, se forman complejos de IgA. En el sistema digestivo, el factor causal dominante es el popularEscherichia coli , mientras que el sistema respiratorio está colonizado principalmente por estreptococos β-hemolíticos y virus de la influenza. La nefropatía por IgA también puede aparecer en el curso de enfermedades autoinmunes, incluyendo trastornos reumatoides, como:

  • hepatitis B
  • celiaquía
  • sarcoidosis
  • psoriasis
  • espondilitis anquilosante (zzsk)
  • artritis reumatoide
  • artritis reactiva
  • enfermedad inflamatoria intestinal
  • SIDA

Se acumula un exceso de complejos nefrotóxicos en los glomérulos, lo que provoca su daño.

Nefropatía por IgA: síntomas y evolución

El síntoma más patognomónico de la enfermedad es la hematuria recurrente o hematuria. En la primera fase, se observan síntomas de una infección viral o bacteriana en desarrollo. El espectro de síntomas varía dependiendo del sistema involucrado. Después de aproximadamente 48 horas, aparecen cambios en la orina.

La enfermedad de Berger puede ocurrir a cualquier edad, pero es con mucho la más común en niños y adultos jóvenes.

El curso natural de la enfermedad de Berger es la hematuria, que dura varios días, seguida de hematuria acompañada de proteinuria. Los síntomas tienden a reaparecer y los episodios posteriores parecen similares. Los períodos de remisión pueden durar varios años

Vale la pena mencionar que el período de hematuriase asocia con insuficiencia renal leve e hipertensión arterial transitoria. Por lo general, la enfermedad de Berger es crónica y puede durar hasta 20 años.

En la mayoría de los casos, los episodios de recaída son leves. Los factores que empeoran el pronóstico incluyen: hipertensión arterial concomitante, proteinuria, esclerosis glomerular diagnosticada o episodios frecuentes de hematuria.

¿Cómo reconocer la enfermedad de Berger?

El examen general estándar de orina puede no ser suficiente para un diagnóstico definitivo. Por lo general, se indica un diagnóstico más amplio. Se requiere una biopsia para determinar la causa del deterioro de la función renal. Se recoge un pequeño fragmento del riñón y se envía para un examen histopatológico.

Tratamiento de la enfermedad de Berger

Hasta el momento, no se ha establecido un tratamiento específico. Habitualmente, el procedimiento terapéutico se modifica en función de los síntomas presentados. Si estamos lidiando con el deterioro de la función renal y la proteinuria que la acompaña, la inmunosupresión es necesaria.

El curso de la nefropatía por Igra es difícil de predecir. Hasta el 20% de los pacientes pueden desarrollar enfermedad renal terminal que requiera diálisis. Los factores que empeoran el pronóstico incluyen hipertensión arterial, proteinuria y niveles elevados de creatinina sérica.