Asana representa la posición del cuerpo que se practica en el yoga. La persona que realiza la pose, para poder llamarla asana, debe seguir unas pautas muy específicas. El hecho de que alguien pueda realizar poses espectaculares y presentarse bellamente en ellas no significa necesariamente que esté haciendo asanas. La misma pose puede ser una pose acrobática ordinaria y, siguiendo instrucciones precisas, puede convertirse en una pose de yoga, una asana. Entonces, ¿qué distingue dos posiciones a primera vista muy similares, convirtiéndolas en una posición puramente física o una posición de meditación?

El propósito de practicar varias posiciones corporales en el yoga, contrariamente a la creencia popular, no es estirar, luchar u obligar a su cuerpo a hacer nada. Los yoguis, a diferencia de los atletas, no desafían el cuerpo, pero a través de la práctica regular obtienen cada vez mejor conciencia y contacto corporal. Cada vez que encuentran resistencia, bloqueo, tensión o dolor, intentan conocer y comprender la causa y eliminarla. Para que el organismo sea más sano y eficiente.

Al practicar asanas, se presta atención a conseguir una posición que esté en equilibrio con la fuerza de la gravedad para que sea lo más ligera y sin esfuerzo posible. La técnica correcta para realizar asanas es la apertura del cuerpo al máximo y la relajación, con el mínimo esfuerzo y el uso de las palancas naturales que ofrece el propio cuerpo. Las posiciones realizadas de esta manera son extremadamente agradables y dan una sensación de control de todo el cuerpo.

Y es esa placentera relajación y apertura del cuerpo que cuando logramos realizar una asana correctamente, estaremos más dispuestos a volver a practicar y cada vez con más audacia a buscar nuevas posiciones para convertirlas en asanas, es decir, posiciones, ya que practicamos de forma estable y sin esfuerzo.

Practicando asanas, aprendemos qué herramienta increíble es nuestro cuerpo y qué potencial esconde. Se podría decir que practicar asanas es como aprender a usar tu propio cuerpo no solo en el nivel físico, sino también en las capas sutiles: energía, emociones y mentalidad.

¿Cómo saber si una pose es una asana para nosotros?

Asana está inextricablemente vinculada con los otros elementos clave del yoga, que son el control de la respiración y la conciencia interior. Cuando practicamos estos tres elementos juntos, es decir, la posición del cuerpo, el control de la respiración y mantener la atención enen el interior, luego creamos las condiciones para que el cuerpo se relaje y se regenere, la respiración se calma, uniforme y profunda, y la mente se calma y permanece naturalmente en un estado de concentración y conciencia elevada, es decir, meditación.

Una de las asanas más cómodas y sin esfuerzo se considera estar de pie sobre la cabeza, que después de años de práctica, realizamos voluntariamente durante varios, una docena o incluso varias docenas de minutos sin ningún esfuerzo o tensión especial.

Por lo tanto, una asana realizada correctamente se puede reconocer por el hecho de que la respiración es tranquila y medida, la vista, la cara y todo el cuerpo permanecen relajados. Esto se aplica incluso a las posiciones más difíciles y extremas, como las posiciones de equilibrio.

Efectos de hacer asanas

Las asanas son extremadamente beneficiosas para la salud:

  • corregir defectos de postura,
  • aliviar el dolor muscular y la tensión,
  • aprender a lidiar con el estrés,
  • regular el equilibrio hormonal y la digestión,
  • mejorar la circulación,
  • limpia los intestinos,
  • aumentar el metabolismo, gracias al cual el peso corporal vuelve a la normalidad,
  • desarrollar fuerza y ​​gracia,
  • le permite recuperar la salud y el estado físico incluso en la vejez, etc.

Sin embargo, estas no son las principales razones por las que el yoga se practica con tanto entusiasmo y se desarrolla de forma tan dinámica en todo el mundo. La razón por la que nos gusta practicar asanas, y por la que rápidamente se convierte en nuestro hábito diario habitual, es simple: practicar asanas es un enorme placer en sí mismo, un placer por el que podemos limitar otros placeres menos saludables, como los estimulantes o la alimentación poco saludable. . . Nada se compara con la sensación de paz, alegría, fuerza y ​​concentración que obtenemos después de hacer una buena secuencia de asanas y respiraciones.

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