El músculo bíceps del muslo es un músculo importante de la extremidad inferior y tiene funciones principalmente relacionadas con la flexión de las articulaciones del muslo y la rodilla. Las lesiones del músculo bíceps del muslo, como el estiramiento o la ruptura, pueden ocurrir tanto durante la práctica de deportes profesionales como durante las actividades cotidianas, por ejemplo, un movimiento repentino de la pierna. ¿Cómo se construye el músculo bíceps del muslo? ¿Cómo se manifiesta su daño?

El músculo bíceps del muslo(del latín musculus biceps femoris) es un músculo largo y fuerte del miembro inferior situado en su parte posterior. Pertenece al grupo de los músculos de la postura, es decir, los músculos que influyen en la postura del cuerpo.

Músculo bíceps del muslo - estructura

Como su nombre indica, el músculo bíceps del muslo consta de dos partes (las llamadas cabezas), que tienen un origen y un lugar de unión diferentes:

  • cabeza larga recorre la articulación de la cadera y la articulación de la rodilla; se adhiere a la superficie posterior del tumor pélvico ciático, donde se une con un tendón
  • cabeza corta pasa por encima de la articulación de la rodilla; comienza en el labio lateral de la línea rugosa y el tabique intermuscular del muslo lateral.
  • La inserción final de ambas cabezas del músculo bíceps del muslo está en la cabeza del peroné.

Músculo bíceps del muslo - Características

Todo el músculo bíceps está implicado en la bajada (cabeza larga) y la elevación (cabeza corta) de la pelvis. Además, la cabeza larga del bíceps está involucrada en enderezar la articulación de la cadera y en traer y girar el muslo. Por otro lado, ambas cabezas del músculo bíceps del muslo se encargan de doblar la articulación de la rodilla y rotarla hacia afuera.

Músculo bíceps del muslo - lesiones

El músculo bíceps del muslo puede sufrir lesiones, como:

  • contusión: es principalmente daño al tejido subcutáneo con los vasos sanguíneos circundantes
  • estiramiento: es un daño leve en las fibras musculares, donde las fibras individuales se desplazan entre sí
  • desgarro: ocurre cuando más del 5% de las fibras musculares están dañadas
  • ruptura - es un daño que consiste en una ruptura completa en la continuidad del músculo, vasos sanguíneos y fibras nerviosas; una ruptura es la lesión más grave del músculo bíceps del muslo y es común en los deportesque requieren una fuerte flexión de la rodilla, por ejemplo, sprint

Las lesiones del músculo bíceps del muslo pueden ser causadas por sobrecargas resultantes de una actividad intensa de personas que no han aplicado el calentamiento y estiramiento adecuados antes del entrenamiento. Otras causas de lesiones en el músculo bíceps del muslo incluyen:

  • movimiento repentino o cambio de dirección, por ejemplo, s alto repentino
  • sobreentrenamiento y ausencia de regeneración post-entrenamiento
  • trauma mecánico, por ejemplo, como resultado de una caída o impacto

Músculo bíceps del muslo: síntomas de lesión

Los síntomas de una lesión o contusión del músculo bíceps del muslo suelen ser un dolor repentino y agudo en la parte posterior del muslo. Otros síntomas incluyen:

  • limitación del rango de movimiento de las piernas,
  • sensibilidad muscular,
  • hinchazón,
  • hematoma
  • o moretones

Vale la pena señalar que la gravedad de los síntomas de una lesión en el tendón de la corva estará relacionada con el tipo de lesión. Sin embargo, para saber la causa exacta del dolor en la parte posterior de la pierna, lo mejor es consultar a un médico especialista.

No vale la pena ignorar los síntomas, ya que la f alta de intervención puede causar más daño al músculo bíceps. Un médico especialista solicitará una serie de pruebas diagnósticas, como ecografías o resonancias magnéticas, para poder realizar un diagnóstico preciso.

Músculo bíceps del muslo - tratamiento de la lesión

Después de realizar las pruebas diagnósticas y determinar el tipo de lesión, se puede implementar el tratamiento adecuado. Las lesiones leves del músculo isquiotibial generalmente requieren solo la restricción del movimiento de las extremidades, reposo y el uso de analgésicos y antiinflamatorios.

En caso de lesiones más graves, puede ser necesario recurrir a la rehabilitación, que incluye fisioterapia, kinesioterapia y masajes, y en situaciones extremas, incluso cirugía.

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