Los cambios en la percepción de los sabores o la hipersensibilidad a los olores son problemas con los que lucha casi el 70 por ciento. pacientes con cáncer durante la quimioterapia o la radioterapia. Estas anomalías pueden conducir al desarrollo de desnutrición, que a su vez puede afectar la tolerancia de la terapia y sus efectos en pacientes con cáncer. Entonces, ¿cómo apoyar la nutrición de los pacientes con cáncer cuando no sienten el sabor y el olor de los alimentos?
" El sabor de la comida se ha ido, a menudo siento asco cuando como… ", " Sentí que mis sentidos percibían de manera completamente diferente. Comer comidas normales era imposible”. Así describen sus experiencias los pacientes que, al día siguiente de haber iniciado la quimioterapia o la radioterapia, comenzaron a notar un cambio en los gustos, y comer ya no les resultaba placentero.
- Imagine una situación en la que, como resultado de una enfermedad, nuestra necesidad de energía, proteínas y nutrientes es mayor que antes, y no podemos comer tanto como de costumbre. Lo que solía ser nuestra actividad diaria está empezando a evocar sentimientos negativos. Comer una comida puede incluso doler: sentimos náuseas, nada sabe igual que antes. Surge un círculo vicioso: necesitamos más y comemos menos, explica el Dr. Rafał Becht, especialista en oncología clínica.
La investigación muestra que las alteraciones en la percepción del gusto tienen un efecto adverso sobre el estado nutricional y conducen a una mayor pérdida de peso en los pacientes en comparación con el grupo de personas sin alteraciones del gusto. - La pérdida de peso es desfavorable para todos los pacientes con cáncer y vale la pena desmentir el mito de que para los pacientes con sobrepeso u obesidad, la pérdida de peso no es un problema. A menudo, estos pacientes tienen masa muscular reducida, y esto puede incluso afectar los resultados del tratamiento, agrega el oncólogo.
¿Qué desalienta comer?
La mayoría de nosotros conocemos cinco sabores: dulce, amargo, salado, agrio y umami. Además, la conexión entre el gusto y el olfato también es importante. Sucede que el mismo olor de una comida puede alienarnos tanto que no seremos capaces de tragarla. La impresión gustativa también se inicia con el tacto, por ejemplo, al hornear bajo la influencia del pimentón, al enfriar después del mentol o al hacer cosquillas después de beber una bebida carbonatada.
En el caso de los pacientes con cáncer, a veces son estas experiencias adicionales las que influyendecisión de comer o renunciar a una comida. El olor irritante de las náuseas lo desanimará efectivamente de comer. Y cuando todo es insípido, cualquier sensación adicional como calentarse o enfriarse puede ayudar.
- Aunque el problema de los trastornos del gusto y el olfato puede parecer menos importante que otras consecuencias del tratamiento, sus consecuencias a menudo pueden tener un impacto significativo en el proceso terapéutico y sus resultados. Desde esta perspectiva, cualquier cosa que pueda ralentizar, reducir las posibilidades, retrasar o suspender el tratamiento debe considerarse lo antes posible. También vale la pena recordar lo importante que es la calidad de vida y luchar por cada pequeña cosa que pueda afectar positivamente el bienestar del paciente, dice el Dr. Becht.
Las anomalías gustativas y olfativas más comunes durante el tratamiento del cáncer:- aversión a ciertos sabores,
- sin sentido del gusto,
- sintiendo solo sabores intensos (cambio de umbrales gustativos),
- cambio de preferencias gustativas,
- regusto desagradable en la boca,
- sabor metálico en la boca,
- sabor amargo en la boca,
- boca seca,
- sabor nauseabundo,
- cambios en la mucosa oral,
- variabilidad en la percepción de los olores
¿Qué hacer cuando todo sabe a aserrín?
- Los pacientes que tienen problemas para comer deben recibir tratamiento nutricional lo antes posible. De hecho, debe incluirse en paralelo con la terapia contra el cáncer, ya que sin una nutrición adecuada, el paciente no podrá hacer frente al tratamiento oncológico. La nutrición médica respalda un suministro adecuado de todos los nutrientes necesarios, como aminoácidos, carbohidratos, grasas, oligoelementos y vitaminas. El tipo de nutrición se selecciona individualmente según las capacidades y necesidades del paciente. Siempre que sea posible, la nutrición oral es la ruta preferida. No obstante, en el caso de que el paciente no pueda tomarlo, el siguiente paso es la nutrición enteral directamente en el estómago o el intestino y, finalmente, la nutrición parenteral. En el caso de trastornos del gusto y del olfato, cuando sea posible la nutrición oral, se puede preguntar por preparados con ingredientes que estimulen los receptores sensoriales. Es importante que el paciente verifique qué le sienta mejor: para uno será algo fresco, para otro más picante, y otro preferirá un sabor y olor neutro, explica el Dr. Becht.
Las necesidades de los pacientes dependerán de los cambios que se hayan producido en su gusto y olor. Estos cambios son muy individuales, perosugerimos que en el caso de:
- boca seca- vale la pena buscar productos que estimulen la salivación, humedezcan la mucosa oral y/o apliquen un tratamiento causal,
- umbrales alterados de sabores y olores
- cambios en la percepción del gusto y el olfatovale la pena considerar productos que estimulen el nervio trigémino, por ejemplo, con la adición de sabores de mentol, jengibre, pimienta o chile.
Nadie sabe mejor que ellos mismos cómo responder a las necesidades de los pacientes, por ello, junto a los pacientes oncológicos, se han desarrollado innovadoras fórmulas aromatizantes de preparados de nutrición médica (disponibles en farmacias), que cubren las necesidades nutricionales específicas de pacientes durante la terapia intensiva contra el cáncer. Para los pacientes con trastornos del gusto, brindan nuevas experiencias y al mismo tiempo brindan al cuerpo los componentes dietéticos necesarios.
Fuentes de investigación:1. Spotten et al. Cambios subjetivos y objetivos del gusto y el olfato en el cáncer. Annals of Oncology 28: 969-984, 20222. Brisbois et al. La caracterización de las alteraciones quimiosensoriales en el cáncer avanzado revela fenotipos quimiosensoriales específicos que afectan la ingesta dietética y la calidad de vida. Journal of Pain and Symptom Management Volumen 41, número 4, abril de 2011, 673-683.3. Función del canal iónico TRP en transducción sensorial y libro de cascadas de señalización celular