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La mayoría de nosotros asociamos tener éxito en cierta esfera con tener un autocontrol sobrehumano. Pensamos que alguien que siempre encuentra tiempo para formarse, aprueba exámenes y tiene todo abotonado hasta el último botón es una persona que renuncia constantemente a algo. Sin embargo, la ciencia demuestra que lo que confundimos con fuerza de voluntad muchas veces es un hábito.
Las personas con hábitos desarrollados rara vez tienen que resistir la tentación de holgazanear en el sofá, pedir comida poco saludable, posponer las tareas o mirar un video más antes de comenzar una acción. Desafortunadamente, a menudo los llamados el piloto automático toma el control de nosotros, y antes de pensar, perdemos nuestro tiempo en actividades que no aportan nada útil a nuestra vida. Con buenos hábitos establecidos, se necesita poca fuerza de voluntad para hacer una elección sabia.
El cambio puede ser difícil. Desarrollar buenos hábitos requiere esfuerzo y atención plena. Afortunadamente, el aprendizaje ofrece tanto consejos para empezar como estrategias para consolidarlos. Estos son algunos pasos para ayudarlo a establecer metas y llegar a donde quiere estar.
Aquí hay 5 pasos simples para ayudarlo a desarrollar un hábito
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