El cáncer de endometrio, es decir, el cáncer del endometrio, es un tumor maligno del aparato reproductor femenino. El pronóstico del cáncer de endometrio depende del estadio del tumor en el momento del diagnóstico. Saber cuáles son los síntomas de este cáncer puede permitirle solicitar pruebas lo suficientemente temprano y aumentar las posibilidades de una recuperación completa. Compruebe cuáles son las causas del desarrollo del cáncer de endometrio, qué síntomas pueden ser su primer signo y el proceso paso a paso de diagnóstico y tratamiento.

Cáncer de endometrio , es decir,cáncer de endometrio(carcinoma endometrial del latín) se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres en el período perimenopáusico, es decir, entre los 55 y 64 años de edad, así como en mujeres mayores de 70 años. En Polonia, la frecuencia de su ocurrencia se estima en alrededor del 7 por ciento

El mayor riesgo de desarrollar este cáncer se refiere a las mujeres posmenopáusicas. Se sabe que hay varios tipos de factores que contribuyen al desarrollo del cáncer de endometrio. Entre ellos, los factores hormonales y de estilo de vida parecen tener la mayor influencia. El papel de este último se demuestra por el hecho de que hasta el 50-70% de las pacientes que padecen cáncer de endometrio son obesas al mismo tiempo.

¿Cómo se desarrolla el cáncer de endometrio?

El endometrio es la mucosa que recubre el interior del útero. Su estructura y funcionamiento están sujetos a regulación hormonal. Los cambios en la concentración de hormonas sexuales, que acompañan a las fases posteriores del ciclo menstrual, provocan la reconstrucción continua del endometrio y su exfoliación mensual.

El cáncer de endometrio es causado por el crecimiento descontrolado de células cancerosas. Estas células son resistentes a los mecanismos de control biológico. Pueden multiplicarse rápidamente e infiltrarse en los tejidos circundantes.

En etapas más avanzadas, el cáncer de endometrio puede diseminarse a otros órganos a través de los vasos linfáticos. La proliferación de células de la mucosa uterina es estimulada por las hormonas sexuales femeninas: los estrógenos. Por este motivo, el cáncer de endometrio se incluye en el grupo de las denominadas neoplasias hormonodependientes.

Su desarrollo está estrechamente relacionado con el metabolismo de los estrógenos en el cuerpo de la mujer. El riesgo de cáncer de endometrio aumenta con la edad, por el contrariola incidencia máxima es en mujeres alrededor de los 60 años.

Cáncer de endometrio: factores de riesgo

¿Qué mujeres tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de endometrio? Muchos años de investigación científica y la experiencia de los médicos ha permitido identificar varios grupos de factores que contribuyen al desarrollo de este cáncer.

Los más importantes parecen ser los cambios en el equilibrio hormonal del cuerpo. Su correcto funcionamiento se basa en mantener un equilibrio entre dos grupos de hormonas sexuales: los estrógenos y los gestágenos (principalmente la progesterona). El cáncer de endometrio se desarrolla cuando la actividad del estrógeno aumenta y no se contrarresta con la progesterona.

Los estrógenos estimulan constantemente el crecimiento de la mucosa uterina, lo que conlleva el riesgo de división celular anormal y cambios en la estructura celular. Estos fenómenos constituyen el núcleo del proceso neoplásico.

¿En qué situaciones pueden ser tan ventajosos los estrógenos? Una de las causas más comunes es la obesidad. El exceso de grasa no solo son kilogramos innecesarios, sino también tejido activo, que muestra actividad hormonal. Las células grasas están involucradas en el metabolismo de los estrógenos, aumentando su concentración en la sangre.

Las enfermedades coexistentes con la obesidad, que también aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de endometrio, incluyen:

  • resistencia a la insulina
  • diabetes
  • hipertensión

El exceso de estrógeno también puede acompañar a otros trastornos hormonales. Un ejemplo de ello es el síndrome de ovario poliquístico (SOP).

También vale la pena recordar que los estrógenos a veces se usan como medicamentos, incluidos los anticonceptivos orales o como terapia de reemplazo hormonal en mujeres posmenopáusicas. Actualmente, la mayoría de estos preparados también contienen gestágenos, cuya función es equilibrar los efectos de los estrógenos y reducir el riesgo de causar cáncer de endometrio. Las píldoras anticonceptivas de dos componentes muestran un efecto protector contra el desarrollo de este cáncer.

Otras condiciones que pueden ser un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de endometrio incluyen la edad temprana de la menstruación temprana y la edad tardía del inicio de la menopausia. Ambos están asociados con la prolongación de la producción de estrógenos por parte de los ovarios activos. El mayor riesgo también se aplica a aquellas pacientes que nunca han estado embarazadas.

Finalmente, vale la pena mencionar los factores genéticos que también pueden influir en el desarrollo del cáncer de endometrio. Hablamos principalmente de enfermedades genéticas raras asociadas a un mayor riesgo de desarrollar varios tipostumores Un ejemplo de tal enfermedad es el síndrome de Lynch. Aunque esta enfermedad se asocia con mayor frecuencia con el cáncer colorrectal, también es probable que desarrolle cáncer de endometrio, cáncer de ovario y otros cánceres del tracto gastrointestinal.

Prevención del cáncer de endometrio

Dado que ya conocemos los factores asociados con el aumento del riesgo de desarrollar cáncer de endometrio, también vale la pena mencionar aquellos que pueden ayudar a evitarlo.

Un estilo de vida saludable es extremadamente importante en la prevención del cáncer de endometrio: mantener un IMC adecuado (según la OMS, los valores correctos están en el rango de 18.5-24.99), actividad física regular y cumplimiento de los principios de alimentación saludable

Un riesgo reducido de desarrollar la enfermedad también se aplica a los pacientes que toman píldoras anticonceptivas de dos componentes (estrógeno-gestágeno). Un factor protector adicional es tener hijos

Otro tema relacionado con la prevención del cáncer de endometrio son los exámenes preventivos. Para este tipo de cáncer, no se llevan a cabo programas de detección basados ​​en la población (como las pruebas de Papanicolaou en el cáncer de cuello uterino). Dichas pruebas se recomiendan solo para pacientes de grupos de mayor riesgo (obesidad, síndrome de ovario poliquístico, síndrome de Lynch, etc.)

Sin embargo, definitivamente vale la pena conocer los síntomas más comunes del cáncer de endometrio (ver a continuación). Los controles ginecológicos regulares son igualmente importantes, ya que permiten evaluar el estado de la mucosa uterina y la identificación temprana de cambios sospechosos.

Cáncer de endometrio - síntomas

Una característica importante del cáncer de endometrio es el hecho de que se vuelve sintomático con relativa rapidez. El primer y más importante síntoma del cáncer de endometrio es el sangrado vaginal anormal.

Suelen aparecer en las primeras etapas del desarrollo de la enfermedad. Como afecta con mayor frecuencia a mujeres posmenopáusicas, cualquier sangrado vaginal en una mujer que ha dejado de menstruar debe ser motivo de consulta médica inmediata.

En el caso de pacientes más jóvenes, el sangrado intermenstrual es un síntoma alarmante. Los síntomas restantes del cáncer de endometrio no son específicos y pueden acompañar a muchas otras afecciones. Estos incluyen flujo vaginal, dolor en la parte baja del abdomen y debilidad general.

Etapas del cáncer de endometrio. Clasificación FIGO

La estadificación del cáncer de endometrio es muy importante a la hora de elegir un método de tratamiento. El cáncer de endometrio puede originarse a partir de las llamadas condiciones precancerosas, que incluyen la hiperplasia endometrial compleja atípica.

Este es el estado en el que la celdaendometrio ya no están bajo el control del cuerpo y se multiplican en exceso, mientras experimentan una remodelación neoplásica. En esta etapa, sin embargo, aún no tienen la capacidad de infiltrarse en los tejidos o formar metástasis.

La hiperplasia atípica compuesta puede o no ser un precursor del cáncer de endometrio. En muchos casos, la enfermedad neoplásica se desarrolla sobre la base de un tejido completamente sano. La clasificación internacional FIGO se utiliza para describir la estadificación del cáncer de endometrio. Las etapas cada vez más altas de la enfermedad en esta clasificación significan un peor pronóstico y una menor probabilidad de recuperación total.

La clasificación FIGO tiene en cuenta las siguientes etapas del cáncer de endometrio:

  • IA - cáncer limitado al cuerpo uterino solamente, infiltrante<50% grubości warstwy mięśniowej
  • IB - tumor limitado solo al cuerpo uterino, que infiltra>50% del grosor de la capa muscular
  • II - cáncer que se diseminó al cuello uterino y al tejido conjuntivo circundante, pero no más allá del útero
  • III A - neoplasia que afecta la membrana serosa o apéndices (ovarios, trompas de Falopio)
  • III B - neoplasia que afecta la vagina o el tejido parietal
  • III C1 - tumor que afecta a los ganglios linfáticos pélvicos
  • III C2: cáncer que afecta a los ganglios linfáticos peraórticos
  • IV A - cáncer que infiltra la mucosa rectal o de la vejiga
  • IV B: cáncer que afecta a los ganglios linfáticos inguinales o que forma metástasis a distancia

Una clasificación adicional que utilizan los médicos para describir el avance del cáncer de endometrio es la escala TNM. Esta clasificación es una herramienta universal que también se utiliza para otros tipos de cáncer (por ejemplo, cáncer de pulmón o cáncer colorrectal).

Su nombre es una abreviatura de los tres parámetros más importantes que deben tenerse en cuenta al describir una enfermedad neoplásica:

  • T (tumor) - tamaño del tumor
  • N (ganglios) - presencia de metástasis en los ganglios linfáticos
  • M (metástasis) - presencia de metástasis - en órganos distantes.

Cáncer de endometrio - diagnóstico

El diagnóstico de cáncer de endometrio se basa en varios tipos de pruebas. Suele comenzar con una historia clínica detallada y un examen ginecológico. En algunos casos, un examen físico puede detectar un tumor canceroso en la parte inferior del abdomen. También es muy importante examinar los ganglios linfáticos en busca de signos de posible metástasis.

Los métodos mucho más precisos de evaluación del endometrio incluyen la ecografía (USG) realizada con el uso de un transductor transvaginal especial. En este examen, el médico mide el grosor del endometrio y también busca cambios en su estructura.

El grosor correcto del endometrio en mujeres posmenopáusicas no debe exceder los 5 mm. Si la mucosa uterina está engrosada o existen otras anomalías, puede ser necesario un diagnóstico histopatológico. Su finalidad es la recogida de fragmentos endometriales y evaluación microscópica de los mismos.

El material para el examen histopatológico se puede obtener de dos formas. El primero es el legrado de la cavidad uterina, es decir, raspados con la ayuda de herramientas quirúrgicas especiales. Todos los tejidos obtenidos se envían luego para evaluación histopatológica. Vale la pena señalar que el endometrio tiene un gran potencial de renovación y cura espontáneamente dentro de los 5 días posteriores al tratamiento de legrado.

Otra forma de obtener una muestra endometrial es una biopsia endometrial, es decir, una recolección dirigida con una aguja especial. Por lo general, se realiza una biopsia durante un procedimiento de histeroscopia para obtener un extracto de un sitio endometrial específico.

La histeroscopia implica la inserción de un espéculo con una cámara en la cavidad uterina. Además del control sobre el sitio de toma de la muestra, la cámara web permite una evaluación más precisa de la apariencia del endometrio en comparación con el examen de ultrasonido.

Si se diagnostica cáncer de endometrio, se realizan pruebas de imagen adicionales para evaluar su estadio y la presencia de metástasis a distancia (p. ej., tomografía computarizada abdominal y torácica).

Métodos de tratamiento del cáncer de endometrio

El tratamiento del cáncer de endometrio se selecciona individualmente para cada paciente. El método más importante es la cirugía para extirpar el tumor, aunque no siempre es posible (por ejemplo, en pacientes de edad avanzada que no pueden someterse a anestesia general).

Sin embargo, si no hay contraindicaciones para la operación, se realiza una histerectomía, es decir, la extirpación del útero. En la gran mayoría de los casos, también se extirpan los apéndices (ovarios y trompas de Falopio).

Desde el punto de vista oncológico, lo más importante es extirpar el tumor con un margen apropiado de tejido sano; da la esperanza de que se hayan eliminado todas las células tumorales. Si el tumor también afecta a los ganglios linfáticos circundantes, se realiza una linfadenectomía, es decir, su extirpación.

Después de la cirugía, todos los tejidos resecados se someten a un examen histopatológico. Su resultado determina el uso de métodos de tratamiento adicionales.

La terapia complementaria implica quimioterapia y radioterapia, así como una combinación de ambas. Debido a la ubicación específica del cáncer de endometrio, se utiliza un tipo especial de radioterapia para tratarlo: la braquiterapia.

La esencia de la braquiterapia es colocar la fuente de radiación directamente dentro del tumor. Gracias a esto, es posible proteger los órganos cercanos (intestino, vejiga) contra los efectos dañinos de la radiación.

El último de los métodos complementarios de tratamiento es la terapia hormonal, que consiste en administrar derivados de la progesterona. La terapia hormonal también se utiliza en pacientes jóvenes con cáncer de endometrio poco avanzado que desean mantener la fertilidad.

El pronóstico del cáncer de endometrio depende de su etapa. En el caso del cáncer detectado precozmente y limitado únicamente al endometrio, la tasa de supervivencia a 5 años es superior al 90%. La presencia de metástasis en los ganglios linfáticos y en órganos distantes empeora el pronóstico. Por esta razón, es muy importante conocer los primeros síntomas del cáncer de endometrio y contactar a su médico rápidamente si los nota.

Sobre el AutorKrzysztof BialazitaEstudiante de medicina en el Collegium Medicum de Cracovia, entrando poco a poco en el mundo de constantes desafíos del trabajo del médico. Está particularmente interesada en ginecología y obstetricia, pediatría y medicina del estilo de vida. Amante de las lenguas extranjeras, los viajes y el senderismo por la montaña.

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