Casi a nadie no le gusta tomar café: hay una lista bastante grande de personas que, por razones de salud, deberían usarlo lo menos posible, o incluso mejor dejarlo por completo. Comprueba si también estás en esta lista.
Mucho se dice y se escribe sobre los beneficios del café para la salud. Se sabe que, principalmente gracias a la cafeína, el café tiene propiedades antioxidantes (y por lo tanto también anticancerígenas: reduce el riesgo de cáncer de próstata, cáncer de endometrio, melanoma, cáncer de cavidad oral y cáncer de hígado), favorece la pérdida de peso, mejora la concentración y la memoria, reduce el riesgo de enfermedad de Parkinson, Alzheimer y diabetes tipo 2, así como enfermedades cardiovasculares. Los estudios también sugieren que beberlo reduce los niveles de histamina y ensancha los bronquios, por lo que puede ser útil para las alergias y el asma.
Pero el café también tiene su lado oscuro, no solo cuando se bebe en exceso, sino que bebemos más de 3 o 4 tazas al día. Beber café puede ser devastador para la salud de las personas que tienen ciertas enfermedades.
Antes de beberlo, los médicos advierten especialmente a las personas que padecen ciertas enfermedades del sistema óseo y digestivo; la exactitud de algunas de estas advertencias fue confirmada, entre otras, por Una revisión reciente de más de 200 metanálisis que examinan la relación entre el consumo de café y la salud. Entonces, ¿quién debería limitar el café o dejarlo?