¿Depresión en un bebé? Aparentemente imposible, pero de hecho encontrado: los bebés pueden sufrir depresión anaclítica (hospitalización). El problema está relacionado con la f alta de una madre y puede incluso conducir a la muerte del niño. La depresión anaclítica es específica no solo por sus síntomas completamente diferentes y su tratamiento.

La depresión anaclíticatambién se conoce comohospitalizaciónoenfermedad hospitalaria . Las primeras menciones de la depresión anaclítica aparecieron ya en 1897, pero el término se popularizó casi 50 años después, en 1945, por el psicoterapeuta Rene Spitz.

La forma más sencilla de decirlo es que la causa de la depresión anaclítica en los niños es la f alta de contacto con su madre. Esta situación puede ocurrir de varias maneras: un niño puede ser colocado en un orfanato, enfermarse y ser hospitalizado por un período de tiempo más prolongado, o puede quedarse solo debido a la muerte de la madre. El desarrollo de la depresión anaclítica está influenciado por el hecho de que el niño no satisface sus necesidades en términos de contacto con los padres. El período del primer año de vida es una de las etapas clave en el correcto desarrollo de un niño. Fisiológicamente, en este momento, la madre no solo proporciona alimento a la cría, sino que también proporciona (o al menos debería proporcionar) el vínculo afectivo necesario.

Hay períodos específicos en el desarrollo emocional de un niño pequeño. El primero de ellos dura hasta los 6 meses de edad y se llama período de simbiosis. Durante el mismo, el niño requiere especialmente la cercanía de la madre, quien le brindará los cuidados necesarios. El segundo período es el llamado período de separación-individualización. Ocurre durante los próximos seis meses de vida del bebé y durante este período el bebé debe independizarse gradualmente de la madre.

Cabe mencionar que en el período de separación-individualización, los problemas pueden ser causados ​​tanto por la f alta de atención por parte de la madre como… por su exceso. La f alta de contacto con los padres puede conducir a la aparición de depresión anaclítica, mientras que la atención excesiva puede ser la razón del desarrollo futuro de trastornos denominados ansiedad por separación en el niño.

Síntomas de depresión anaclítica (hospitalización)

La depresión anaclítica esun tipo muy específico de trastorno depresivo: es difícil saber de un bebé que está triste o significativamente deprimido. Surgen varios problemas en el curso de la hospitalización: un niño puede volverse letárgico, parecer letárgico y, además, el niño también puede… no llorar. Un niño que padece una enfermedad hospitalaria también puede caracterizarse por una movilidad significativamente afectada, además, la ansiedad del niño pequeño puede ser notable. Los trastornos del apetito también están asociados con la depresión anaclítica; su manifestación puede ser que el peso corporal del niño no aumente adecuadamente.

La depresión anaclítica no es un problema trivial: una consecuencia de su aparición puede ser una mayor susceptibilidad de un niño a las enfermedades típicas de esta edad (por ejemplo, un aumento en la incidencia de infecciones en un niño). La hospitalidad también puede conducir a complicaciones importantes que pueden tener repercusiones posteriores en toda la vida futura del paciente. Este tipo de depresión puede dar lugar a un retraso en el desarrollo psicomotor del niño, y también a que el niño tenga mucha menos interacción con su entorno.

Vale la pena saberlo

Depresión anaclítica: problema diferente en niños, diferente en adultos

La hospitalidad es un problema típico de los niños, sin embargo, también puede encontrar información sobre la depresión anaclítica en adultos en la literatura. Sin embargo, en el caso del grupo de pacientes de mayor edad, el problema está relacionado con dificultades completamente diferentes.

A veces se habla de depresión anaclítica en adultos que experimentan dificultades para entablar relaciones con otras personas. El problema en este caso es que aislarse de ciertas personas, por ejemplo, del cónyuge debido a su delegación, conduce a dificultades considerables en el funcionamiento normal. Un paciente adulto que experimenta la hospitalización, cuando se separa de una persona muy cercana, puede luchar con una sensación de impotencia, debilidad significativa o una sensación de pérdida total de control. La depresión anaclítica en adultos se parece un poco a los problemas que ocurren en el curso de la ansiedad por separación en pacientes adultos.

¿Cómo superar la depresión anaclítica en un niño?

En la depresión anaclítica, el remedio para los niños es lo que les f alta a los niños, que es el contacto con la madre o con alguien que la sustituya. Curiosamente, los científicos que se ocupan de la depresión anaclítica han notado que este problema ocurre con menos frecuencia en los hospitales menos equipados, donde, por ejemplo, no hay incubadoras. Esta situación podría explicarse por el hecho de que en dichas instituciones los niños tienen más contacto con las matronas que los atienden (quienes de esta maneraen cierto modo reemplazan su contacto que normalmente sería proporcionado por su madre).

Si un niño que ha sufrido una hospitalización (por ejemplo, como resultado de una larga estancia en el hospital) vuelve al cuidado de la madre, los síntomas de la depresión anaclítica pueden desaparecer incluso después de algunas semanas. Es mucho peor con otros niños, por ejemplo, huérfanos y colocados en un orfanato. En casos extremos, tal niño puede incluso morir. En otros pacientes hospitalizados, el problema puede derivar en complicaciones que persistirán durante toda la vida del paciente. La consecuencia de experimentar depresión anaclítica puede ser tanto una creación deficiente de relaciones emocionales con otras personas en la edad adulta como un mayor riesgo de desarrollar otros trastornos mentales en el futuro, como una depresión total o trastornos de ansiedad.

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