- Querida infección
- Mucormicosis - factores de riesgo
- Síntomas de la mucormicosis
- Diagnóstico de mucormicosis
- Tratamiento de la mucormicosis
- Mucormicosis - todo el año
La mucormicosis pertenece a las enfermedades fúngicas. Aunque las micosis de la mayoría de nosotros parecen ser una enfermedad menor, en personas con inmunidad reducida pueden incluso conducir a la muerte. ¿Cómo se manifiesta la mucormicosis y qué formas de esta enfermedad existen? ¿Cuál es el pronóstico y tratamientos para la mucormicosis?
Mukormycosis , también conocida comozygomycosis , es una enfermedad fúngica invasiva. Los hongos responsables del desarrollo de la mucormicosis (es decir, principalmente los hongos del género Mucorales, con mayor frecuencia Rhizopus spp., Lichtheimia spp., Mucor spp.) se encuentran principalmente en el suelo y la materia orgánica en descomposición. El primer caso descrito de esta enfermedad se trata de un paciente con diabetes no controlada y data de 1885.
Querida infección
La infección puede ocurrir por inhalación de esporas fúngicas (esto predispone al desarrollo de la forma pulmonar y la forma sino-cerebral), pero también por ingestión (entonces se infecta el tracto gastrointestinal) y por vía transdérmica (a través de lesiones y cortes , luego se desarrolla la forma cutánea de esta enfermedad).
La infección hospitalaria también es posible, generalmente a través de equipos médicos contaminados con esporas de hongos. Hasta el momento no se ha descrito la posibilidad de propagar la infección entre personas.
Mucormicosis - factores de riesgo
Hay ciertos factores que predisponen al desarrollo de la mucormicosis. El primer grupo de estos factores está asociado con condiciones que reducen la inmunidad del cuerpo. Podemos incluir aquí:
- mal tratada, diabetes descompensada,
- presencia de enfermedades neoplásicas,
- trasplante de células hematopoyéticas,
- neutropenia - número reducido de neutrocitos pertenecientes a los glóbulos blancos, que juegan un papel muy importante en el curso adecuado de los procesos inmunitarios,
- monocitopenia - una disminución en el número de monocitos, que también pertenecen a los glóbulos blancos,
- tratamiento inmunosupresor, es decir, inhibir la actividad del sistema inmunitario, los medicamentos inmunosupresores incluyen, entre otros, esteroides, ciclosporina, metotrexato o algunos medicamentos biológicos,
- coexistencia de infecciones oportunistas- es decir, aquellos que se encuentran típicamente en personas inmunodeprimidas - por ejemplo, pacientes con VIH,
- caquexia, deficiencias de elementos y vitaminas,
- tener la enfermedad de COVID-19.
Otros factores de riesgo para desarrollar mucormicosis son:
- consumo de drogas, lesiones, quemaduras - lo que predispone a la mucormicosis cutánea,
- tratamiento con deferoxamina, un fármaco que suele utilizarse en caso de exceso de hierro en el organismo,
- comer papilla fermentada que contiene esporas de hongos,
- tomar bebidas alcohólicas a base de maíz,
- uso de plantas, hierbas contaminadas con esporas,
- uso de herramientas contaminadas con esporas para examinar la cavidad oral (posibles infecciones en odontología, entre otras).
Síntomas de la mucormicosis
Los síntomas que acompañan a esta enfermedad fúngica dependen principalmente de la forma de la enfermedad. Vale la pena mencionar aquí que distinguimos la mucormicosis:
- sino-cerebral,
- pulmonar,
- piel,
- tracto digestivo,
- propagación
Mucormicosis sinocerebral
La inhalación de las esporas, que luego ingresan a los senos paranasales, conducen al desarrollo de esta forma de la enfermedad. El micelio formado en los senos paranasales crece y destruye no solo el tejido de los senos sino también las áreas adyacentes, incluida la cuenca del ojo. El sistema nervioso central (cerebro) también está involucrado.
Los primeros síntomas pueden parecerse a una sinusitis, ya que hay dolor en la proyección del seno, fiebre y una hinchazón de la órbita ya preocupante. Los síntomas que indican una afectación del sistema nervioso son:
- parálisis de los nervios craneales,
- párpado caído,
- ojos s altones,
- trastornos de la movilidad del globo ocular,
- ceguera
Mucormicosis pulmonar
Los síntomas que acompañan a la afectación pulmonar por mucormicosis son poco específicos y de poca ayuda para el diagnóstico. Los síntomas más comunes de esta condición son:
- fiebre,
- tos, más bien seca,
- a veces dificultad para respirar, hemoptisis,
- dolor en el pecho
Los pacientes con tales síntomas a menudo reciben tratamiento para la aspergilosis, pero no produce la mejoría esperada. Vale la pena mencionar que los bronquios y la tráquea también pueden estar involucrados, y puede ocurrir el desarrollo de atelectasia, es decir, un estado de aireación reducida de los pulmones.
El micelio puede crecer en un camino continuo y ocupar los vasos torácicos, las paredes torácicas, el mediastino e incluso el pericardio.
Mucormicosis gastrointestinal
Muy a menudo fatal.El micelio infiltra, entre otras cosas, la pared gastrointestinal y la destruye, provocando una perforación. Además, los vasos sanguíneos también se ven afectados y destruidos, lo que provoca hemorragias intraabdominales.
Además, el micelio puede ocupar el páncreas, el hígado y el bazo.
La mucormicosis produce peritonitis, sepsis y abdomen agudo, lo cual es una condición clínica muy grave.
Mucormicosis de la piel
La forma cutánea de la mucormicosis se manifiesta principalmente por la presencia de necrosis endurecida con una costra rodeada de eritema. No solo puede estar involucrada la piel, sino también el tejido subcutáneo.
La infección puede propagarse a los tendones, músculos y huesos y provocar el desarrollo de una enfermedad diseminada.
Mucormicosis diseminada
La forma diseminada de esta infección por hongos está asociada con la propagación del micelio a través de los vasos sanguíneos a muchos órganos del cuerpo. Desafortunadamente, esta forma de mucormicosis está asociada con un 100% de mortalidad.
Vale la pena señalar que el cuadro clínico de esta enfermedad se asemeja a otra infección fúngica invasiva, llamada aspergilosis.
Diagnóstico de mucormicosis
Con respecto a los análisis de sangre, los recuentos de sangre periférica muestran leucocitosis, es decir, un aumento en el número de glóbulos blancos, pero no es un síntoma específico, ya que suele acompañar a las enfermedades infecciosas.
Si se sospecha mucormicosis sino-cerebral, se realizan pruebas de imagen como tomografía computarizada con contraste o resonancia magnética nuclear (RMN). Estos estudios permiten evaluar el avance de los procesos destructivos en los tejidos. El seguimiento de la eficacia del tratamiento aplicado también es posible gracias a las pruebas de imagen.
Con respecto a la mucormicosis pulmonar, las pruebas de imagen pueden revelar cambios como:
- infiltración, engrosamiento,
- nódulos, presencia de caries, atelectasias,
- derrame pleural,
- agrandamiento de los ganglios linfáticos,
- engrosamiento de la pared traqueal
En algunas situaciones, sin embargo, la imagen de rayos X del pulmón es normal, lo que no excluye la mucormicosis.
Para confirmar la enfermedad, es necesario tomar material para el examen histológico (bajo un microscopio). Esta prueba busca la presencia de una gruesa hifa de hongo, caracterizada por el hecho de que sus ramas se extienden en ángulo recto. El material para el estudio suele recogerse mediante biopsia.
Tratamiento de la mucormicosis
Si se sospecha y se confirma esta afección, es importante iniciar el tratamiento lo antes posible. Normalmente utilizado:
- anfotericina B: por vía intravenosa, use la dosis completa del medicamento inmediatamente (5-10mg/kg/día). Esta sustancia tiene un efecto antifúngico, actúa cambiando la permeabilidad de la membrana celular fúngica, lo que provoca la salida del contenido celular y su posterior muerte,
- posaconazol, isavuconazol: estas son sustancias que se usan como medicamentos alternativos cuando no se puede usar anfotericina B,
- isavuconazol: esta sustancia antifúngica se usa cuando la enfermedad progresa.
La mucormicosis produce necrosis tisular, por lo que en muchos casos es necesario el tratamiento quirúrgico y la escisión de los fragmentos necróticos. El tratamiento de esta enfermedad fúngica ciertamente no es fácil, requiere tiempo y mucha experiencia médica.
Inicialmente, tiene lugar en un entorno hospitalario. La duración del tratamiento es individual, dependiendo del estado del sistema inmunológico del paciente, y en algunas situaciones la terapia puede durar incluso varios años.
Cabe destacar que también es sumamente importante tratar la enfermedad de base (diabetes, cáncer, inmunodeficiencia), ya que esta condición predispone al desarrollo de mucormicosis.
Vale la pena mencionar que algunos pacientes inmunocomprometidos (p. ej., pacientes neutropénicos) reciben fármacos profilácticos (p. ej., posaconazol) para prevenir el desarrollo de mucormicosis. Desafortunadamente, no existe una inmunización que proteja contra la enfermedad y los efectos de la mucormicosis.
Mucormicosis - todo el año
Desafortunadamente, esta enfermedad se caracteriza por un curso rápido y una mortalidad bastante alta. Como ya se mencionó, en la forma diseminada es el 100% de los casos. A su vez, la forma sino-cerebral tiene una tasa de mortalidad del 50-70%, la forma pulmonar alrededor del 75% y la cutánea - 15%.
El curso de la enfermedad depende principalmente del funcionamiento del sistema inmunitario del paciente y de las comorbilidades que lo acompañan.
En resumen, esta enfermedad es rara, pero las personas con inmunidad disminuida, después del trasplante o durante el tratamiento oncológico están expuestas a ella. La mucormicosis es una enfermedad de la que los médicos de enfermedades infecciosas y los oncólogos que tratan a pacientes en estado de inmunosupresión (con inmunidad reducida) son los que más conocen.
Si las personas con factores de riesgo para el desarrollo de esta micosis quieren prevenir la enfermedad, en primer lugar deben evitar el contacto con materia biológica en descomposición (materia vegetal y animal), ya que es un lugar de convivencia típico de los hongos que causan mucormicosis. Debe enfatizarse que el inicio rápido del tratamiento adecuado aumenta las posibilidades de supervivencia de alrededor del 40 % al 80 %.