Nuestros 7 consejos de oro lo ayudarán a entrar sin estrés en nuevos roles.
1. Deja que tu mamá sea mamá.
Eres un adulto e independiente, pero ella todavía te ve como una niña pequeña. Ahora, aunque cueste creerlo, sus sentimientos por ti se vuelven aún más fuertes. Ella sabe lo que viviste en la sala de partos, sabe que no duermes toda la noche y que te duelen los senos de tanto amamantar. Eres su niña y ella quisiera aliviarte de todo esto, pero es imposible. Por eso, a veces es demasiado protectora y te habla como si fueras un bebé. Perdónala y comprende.
2. Déjala disfrutar a su nieto, pero pon límites.
Los abuelos, especialmente las abuelas, tienen una necesidad irresistible de mimar a sus nietos. Les gustaría llevarlos en sus manos todo el tiempo, entretenerlos, dejarlos hacer cualquier cosa, siempre y cuando el bebé no llore. Pero usted es la madre, conoce mejor a su bebé y establece las reglas de conducta. Dile a tu mamá, con tacto y calma, lo que no quieres y cómo quieres criar a tu bebé.
3. No la llames "abuela".
Ella sigue siendo principalmente tu mamá. Al verte sostener a tu bebé en tus brazos, él se ve a ti y a ti desde hace 20 o 30 años. Cuando la llamas "abuela" con cariño, es posible que se avergüence. No porque aumente su edad y, sin embargo, todavía se siente como una mujer atractiva. Y no porque no esté contento con el nieto. Ella está feliz y orgullosa, pero tiene que acostumbrarse a su nuevo rol.
4. No sermonees a tu hija ni la llenes de buenos consejos.
Aunque probablemente usted sepa más sobre el cuidado de un niño que ella, recuerde que su propia experiencia aporta más. Una hija debe aprender a alimentar, sobrepeso, cargar o calmar a su bebé por sí misma. Probablemente cometerá muchos errores (¡tú también los cometiste!), pero definitivamente no lastimará al niño.
5. No organices su vida
No digas: "Hoy vendré a bañar a tu bebé" o "Te plancharé esta pila de ropa". Es como si quisieras llevar las riendas de su vida e insinuar que no puede vivir sin ti. Di que estarás feliz de ayudar, pero depende de la hija decidir cuándo necesita más esta ayuda.
6. Haga llamadas regulares y pregunte qué está pasando, pero no se moleste con visitas frecuentes.
Mamá es amada, indispensable, insustituible, pero a veces es bueno extrañarla. Además, recuerda que no todas tus visitas tienen por qué ser bienvenidas. Después de todo, tu hija tiene su propia vida.planes, y también puede sentirse controlado.
7. Apóyala y siéntete orgulloso de ella.
Mire a su bebé: es una mujer valiente, maravillosa y se esfuerza mucho por ser una buena madre. Dile eso. Recuerde cómo fue con usted: todos esos temores y preocupaciones acerca de cuidar bien a su hijo. Entonces necesitabas palabras de aliento. Tu pequeña también los necesita mucho y es de ti que debe escucharlos.
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