CONTENIDO VERIFICADOAutora: Katarzyna Wieczorek-Szukała, MD, PhD, biotecnóloga médica, Universidad Médica de Lodz

El síndrome del sillín vacío es una serie de síntomas hormonales resultantes de trastornos de la glándula pituitaria. Esta glándula puede ser comprimida por el diafragma ubicado arriba y sufrir una deformación sobre un fragmento óseo llamado silla turca. La enfermedad se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres con sobrepeso después de varios embarazos. ¿Es una enfermedad grave? ¿Cómo se trata el síndrome del sillín vacío?

El síndrome del sillín vacíose diagnostica con mayor frecuencia en mujeres con sobrepeso después de numerosos embarazos, aunque también puede ocurrir como resultado de lesiones mecánicas en hombres y mujeres de diferentes edades. Estos tipos de trastornos pueden ocurrir hasta en un 5% de la población.

¿Qué es una silla turca?

El hueso esfenoides es uno de los huesos que forman la base del cráneo. Protege principalmente las partes delicadas del cerebro, pero también constituye una especie de andamiaje, por ejemplo, co-creando, por ejemplo, las cuencas de los ojos, el canal visual y los caminos del cruce del nervio óptico. Se conecta estrechamente con otros huesos - incl. el hueso occipital, los huesos temporales o los huesos que forman el esqueleto facial. El hueso esfenoides consta de un eje y alas más grandes y más pequeñas, lo que le da una forma de mariposa.

En la superficie superior del eje del hueso esfenoides hay una estructura característica, la llamada Silla turca (latín sella turcica). Este nombre hace referencia a la forma de una silla de montar utilizada para montar a caballo. Delante de él hay un tubérculo de silla de montar y un surco de la unión óptica, a los lados hay surcos de la arteria carótida, mientras que directamente detrás de la silla de montar está el cerebelo.

En el hueco de la silla turca - en el llamado la parte inferior de la glándula pituitaria - es la glándula pituitaria. Esta glándula endocrina tiene una serie de funciones importantes en el cuerpo, y una ubicación tan especial también tiene una función protectora, rodeando el órgano en 3 lados con tejido óseo duradero. En la parte superior, la glándula pituitaria está cubierta con una capa de tejido conectivo, la llamada Diafragma de silla turca

Glándula pituitaria

La glándula pituitaria, aunque su tamaño solo se asemeja a una pequeña semilla de frijol, es una de las glándulas endocrinas clave. Su funcionamiento está estrechamente relacionado con otra parte del cerebro: el hipotálamo. Ambos órganos forman los llamados hipotalámicopituitaria - un sistema endocrino complejo, cuya función principal es mantener la homeostasis del organismo.

La glándula pituitaria responde a las señales hormonales del hipotálamo y, como resultado, produce y libera varias hormonas por sí misma. El sistema hipotálamo-pituitario está regulado por retroalimentación (principalmente negativa), lo que significa que la producción de una hormona inhibe la síntesis y secreción de otra, gracias a lo cual el sistema permanece en equilibrio.

La glándula pituitaria se encuentra en la parte central del cráneo, en la silla de montar turca. Rodeado de líquido cefalorraquídeo, llena casi por completo la estructura del sillín.

Esta glándula está compuesta por tres lóbulos de diferentes tamaños. El lóbulo anterior es significativamente más grande y consta de tejido glandular que produce y secreta hormonas. El lóbulo menor es un lóbulo nervioso que forma parte del hipotálamo con el que se conecta con un embudo característico, también conocido como tallo pituitario (compuesto por fibras nerviosas y pequeños vasos sanguíneos).

La mayoría de las hormonas son secretadas por el lóbulo glandular anterior de la glándula pituitaria. Entre los más importantes se pueden mencionar los siguientes:

  • hormona del crecimiento (GH) - necesaria en los procesos de crecimiento corporal, síntesis de proteínas y descomposición de sustancias sobrantes,
  • prolactina (PRL): estimula y aumenta la producción de leche (lactancia), en mujeres lactantes inhibe la secreción de estrógenos, bloqueando la menstruación y la ovulación (especialmente en el período posparto),
  • hormona estimulante de la tiroides (TSH): determina la secreción adecuada de hormonas tiroideas: T3 (triyodotironina) y T4 (tiroxina) que regulan los cambios metabólicos.
  • hormona estimulante del folículo (FSH) - involucrada, entre otros, en el mantenimiento del folículo dominante en el ovario y la regulación de las fases del ciclo menstrual en las mujeres
  • hormona luteinizante (LH): apoya la ovulación y la producción de progesterona en las mujeres, en los hombres estimula la síntesis de testosterona en los testículos;

La parte posterior de la glándula pituitaria, aunque más pequeña y oculta en las estructuras del lóbulo anterior, realiza funciones no menos importantes. Almacena otras 2 hormonas importantes:

  • oxitocina: una hormona clave para un parto adecuado (aumenta las contracciones, estimula la lactancia, ayuda a detener la hemorragia después del nacimiento de un niño);
  • vasopresina (hormona antidiurética, ADH) - estimula la recuperación de agua en los túbulos renales, lo que provoca el espesamiento de la orina; protege contra la deshidratación del cuerpo, regula la presión arterial.

A su vez, el lóbulo medio secreta un péptido que estimula las células pigmentarias que se encuentran en la piel para producir melanina (melanotropina, MSH), así como una hormona que favorece la digestión de las grasas y la liberación de ácidos libresácidos grasos en sangre (lipotropina, LPH)

Como puede ver, la glándula pituitaria funciona como una fábrica perfectamente organizada. Cualquier trastorno relacionado con la secreción excesiva o insuficiente de sus hormonas conduce a trastornos sistémicos y metabólicos muy graves.

El hipopituitarismo se asocia con retraso en el crecimiento de los niños, deterioro de la maduración y fertilidad. Por otro lado, su hiperactividad (a menudo resultante de cambios de origen neoplásico) puede manifestarse en una maduración sexual demasiado temprana, gigantismo o acromegalia.

La disfunción pituitaria también puede ser causada por tomar hormonas exógenas como testosterona o GH. Estas terapias son utilizadas con mayor frecuencia por los deportistas de fuerza para aumentar drásticamente la fuerza y ​​la masa muscular. Los fármacos fuertes (p. ej., los utilizados en el tratamiento de la esquizofrenia, la depresión y los analgésicos) también pueden afectar su funcionamiento.

Es importante tener en cuenta que la interferencia con el sistema secretor puede conducir a un bloqueo del eje hipotálamo-pituitario. ¡El regreso del cuerpo al estado anterior al "tratamiento hormonal" puede llevar años!

Equipo de silla vacía

Anatómicamente, la glándula pituitaria llena apretadamente el espacio de la silla turca, y su posición correcta está determinada desde arriba por el diafragma (un tipo de membrana de tejido conectivo).

Sin embargo, puede suceder que una de las meninges (aracnoides), ubicada directamente sobre la glándula pituitaria, comience a bajar y hundirse en el área de la silla de montar turca. Tales cambios crónicos provocan la compresión de la glándula pituitaria y su "aplanamiento" y, por lo tanto, trastornos funcionales en la secreción de hormonas. Las dolencias asociadas con la silla de montar turca se denominan síndrome de la silla de montar vacía.

Tipos y síntomas del síndrome del sillín vacío

Clínicamente, se pueden distinguir dos tipos de síndrome de silla vacía: primario y secundario. El tipo primario de enfermedad suele ser el resultado de un trastorno del desarrollo hereditario (cuando el diafragma no está desarrollado o su estructura defectuosa hace que sea imposible sostenga la glándula pituitaria correctamente).

Sin embargo, a menudo, este tipo de enfermedad no presenta ningún síntoma específico y puede diagnosticarse accidentalmente durante otros exámenes de imagen de la cabeza.

El síndrome del sillín vacío secundario se asocia con daño hipofisario resultante de cirugía o radioterapia (irradiación) utilizada, por ejemplo, en la terapia oncológica de tumores cerebrales. El proceso inflamatorio crónico en el área de la unión del nervio óptico también puede conducir a la deformación del tejido del diafragma.

La complicación más común de este tipo de cambio es la hiperprolactinemia, es decir,aumento de los niveles de la hormona prolactina (secretada por la glándula pituitaria anterior) en el suero sanguíneo. Los síntomas que deben tenerse en cuenta en las mujeres pueden incluir :

  • trastornos menstruales,
  • pérdida de leche de los pezones (en mujeres no embarazadas o lactantes),
  • sofocos,
  • sequedad vaginal,
  • descalcificación ósea (osteoporosis).

La hiperprolactinemia se manifiesta de manera diferente en los hombres, y sus síntomas más importantes son:

  • libido y disfunción eréctil
  • infertilidad, agrandamiento de las glándulas mamarias (ginecomastia),
  • reducción de la masa muscular
  • vello púbico escaso
  • descalcificación ósea (osteoporosis).

La secreción de otras hormonas, como la vasopresina, también se altera como resultado del síndrome del sillín vacío. Un síntoma de su deficiencia puede ser la diabetes insípida, una enfermedad que resulta de la incapacidad para concentrar la orina adecuadamente. Las personas afectadas, a pesar de beber grandes cantidades de agua y tener sed, sufren una deshidratación progresiva y una concentración excesiva de sodio en la sangre (hipernatremia).

En casos raros del síndrome del sillín vacío, los nervios ópticos pueden pinzarse, causando dolores de cabeza o defectos del campo visual.

Diagnóstico y tratamiento del síndrome del sillín vacío

El diagnóstico del síndrome del sillín vacío no siempre es fácil debido a la gran cantidad de síntomas inespecíficos de esta enfermedad. Las más importantes para la detección de la enfermedad son las pruebas de imagen: tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética nuclear (RMN), que permiten localizar la base anatómica del problema.

En el síndrome primario de silla de montar vacía, si la función pituitaria se mantiene normal, no se requiere tratamiento y la enfermedad no deteriora la calidad de vida.

Si encuentra un tipo secundario de enfermedad, será necesario realizar análisis de sangre detallados para determinar la concentración de hormonas (incluyendo prolactina, TSH, hormona del crecimiento, vasopresina).

El hipopituitarismo interferirá con la función de otras glándulas endocrinas, por lo que complementar las hormonas f altantes será una estrategia terapéutica frecuente. Por ejemplo, la levotiroxina (utilizada en el hipotiroidismo o la enfermedad de Hashimoto) se puede administrar en forma de comprimidos.

En el caso de la hiperprolactinemia, la farmacoterapia se utiliza para normalizar el nivel de prolactina y restaurar la función fisiológica de las gónadas. Los procedimientos quirúrgicos para el síndrome del sillín vacío se usan muy raramente, solo en el caso de trastornos circulatorios en un lugar determinado.

La silleta vacía no esuna afección potencialmente mortal, sin embargo, puede tener un efecto sobre los trastornos endocrinos sistémicos. Dependiendo de la causa y la gravedad de los síntomas, su tratamiento puede requerir terapia hormonal especializada.

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